Abás y Netanyahu acuerdan reunirse cada 15 días tras un cara a cara "productivo"
- El segundo encuentro se celebrará en Oriente Próximo el 14 y 15 de septiembre
- El contenido del proceso quedará parcialmente en secreto para evitar conflictos
- Hillary Clinton dice que la reunión de Abás y Netanyahu ya es un paso
- El líder israelí advierte de que se deberán tomar "decisiones dolorosas"
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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, han acordado reunirse cada quince días en la región para lograr el objetivo de firmar un tratado que resuelva todos los problemas del conflicto palestino-israelí tras un cara a cara "productivo" en el despacho de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
Así lo ha adelantado el enviado especial de EE.UU. para Oriente Próximo, George Mitchell, que ha anunciado el fin del primer encuentro a tres bandas entre las delegaciones de Israel, la ANP y Estados Unidos.
De él ha salido un primer compromiso para que los días 14 y 15 de septiembre Abás y Netanyahu tengan un segundo encuentro en la región -en el que también estarán Clinton y Mitchell- y que a partir de entonces se reúnan cada 15 días con el primer objetivo de cerrar un acuerdo marco donde se recoja todos los compromisos fundamentales sobre los que quieren que verse el tratado final de paz entre ambos países.
Máximo secretismo
Más allá de estos datos, Mitchell no ha facilitado información alguna sobre el contenido de las conversaciones acerca de los principales escollos de la negociación, el primero de ellos el fin de la moratoria sobre los asentamientos en Cisjordania el próximo 26 de septiembre, que puede frustrar la negociación desde el principio.
"El contenido de las discusiones debe ser mantenido en privado y tratado con un gran cuidado", ha advertido Mitchell, que ha anunciado que muchos de los elementos de la negociación se mantendrán en secreto para no frustrar su desarrollo.
Eso sí, el ex senador ha detallado que las conversaciones han sido "productivas" y que se han producido "de buena fe y con seriedad de propósito" por parte de ambos líderes.
Ambos han mantenido una charla a solas y sin intérprete en el despacho de Clinton después de departir con ella y el propio Mitchell durante unos minutos.
La reunión fue inaugurada por la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, en el Salón Bejamñin Franklin del edificio de su departamento con una intervención en la que descataba que el hecho mismo del encuentro "era n paso adelante.
"Estando aquí hoy, cada uno ha dado un importante paso para liberar a su pueblo de la oscuridad de una historia que no podemos cambiar y movernos hacia un futuro de paz y dignidad que solo vosotros podéis crear", le ha espetado Clinton a Netanyahu y a Abás.
Tras 20 meses de parálisis, la primera potencia mundial se ha comprometido a ser "un socio duradero" pero no imponer una solución en un proceso que durará un año y del que debe seguir un estado palestino y seguridad para Israel.
Netanyahu advierte sobre las concesiones
"Si avanzáis de buena fe podemos resolver todos los elementos esenciales en el plazo del año", ha añadido Clinton, que ha recordado a ambos mandatarios que tienen en sus manos "el futuro de vuestros prueblos y vuestras familias".
La respuesta de Netanyahu no se ha hecho esperar: "Una paz duradera sólo la conseguiremos con concesiones mutuas por ambas partes, por el lado israelí y por el lado palestino, por mi lado y por el suyo", le ha dicho a su "socio" palestino, al que le ha exigido que reconozca a Israel como un estado judío.
El primer ministro israelí ha defendido que es posible "recorrer un largo camino en poco tiempo", aunque ha recordado que para ello será necesario "hacer concesiones mutuas dolorosas" por parte de ambos bandos.
Abás, por su parte, ha puesto sus peticiones previas sobre la mesa: Acabar con el bloqueo a Gaza y con la colonización de Cisjordania.
"Una vez más, queremos declarar nuestro compromiso con la seguridad y poner fin a la incitación (a la violencia), pero instamos a los israelíes a que cesen las actividades en los asentamientos y levanten el embargo" en Gaza, ha advertido el líder palestino.
Tres horas de conversaciones
Tras marcar su posición negociadora, ambos se han dado la mano sonrientes y los medios de comunicación han abandonado la sala para dar comienzo al verdadero reto: resolver sobre el terreno, paso a paso, los temas que les separan.
Con el impulso diplomático del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, los líderes de Israel y Palestina inician unas conversaciones directas de paz ensombrecidas por el estallido de violencia en Cisjordania por parte de Hamás, que a su vez ha sido respondido por colonos judíos con la construcción de nuevos asentamientos.
Obama, que se juega buena parte de su capital político como líder mundial en las conversaciones iniciadas en Washington, ha pedido a ambas partes que aprovechen la oportunidad para la paz durante conversaciones por separado con ambos líderes.
"Este momento de oportunidad podría no volver. No podemos permitirnos dejarlo pasar", declaraba Obama tras un duro día de diplomacia personal para resolver un problema que ha atormentado a sus predecesores.
El problema de los asentamientos
Sin embargo, en Oriente Medio, la oposición de los colonos a una prolongación de la congelación de los asentamientos y la ofensiva de Hamás en Cisjordania contra los israelíes amenaza con sabotear las conversaciones, tal y como el propio presidente de EE.UU. ha reconocido.
"Mahmud Abás no tiene el derecho de hablar en nombre de los palestinos", ha advertido el portavoz de Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza y que está enfrentada a la formación del presidente palestino, Al Fatah.
Por su parte, los colonos judíos han anunciado planes para relanzar inmediatamente la construcción de 80 asentamientos en Cisjordania sin respetar el retraso que expira el 26 de septiembre.