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Las claves de las conversaciones directas entre Israel y Palestina

  • Los territorios ocupados centran las discusiones
  • Los asentamientos israelíes y los refugiados palestinos, otros puntos clave

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Benjamin Netanyahu (i), Barack Obama y Mahmud Abbas (d)
Benjamin Netanyahu (i), Barack Obama y Mahmud Abbas (d)

El conflicto árabe-israelí ha pasado por diversos procesos que perseguían el mismo objetivo: alcanzar la paz. El proceso de Oslo, iniciado en el año 1993, Camp David, en el 2000 y la que fue la última gran esperanza, la Hoja de Ruta en el año 2003, son pruebas de que las diferencias entre Israel y Palestina son superiores a las esperanzas de alcanzar un acuerdo definitivo.

Ahora, el nuevo diálogo directo, de la mano de la administración Obama, vuelve a poner todos los papeles sobre la mesa.

¿Cuál es el objetivo principal?

Estados Unidos ha manifestado una y otra vez que la creación de dos estados centra todos sus esfuerzos. De hecho, Obama presiona para alcanzar un acuerdo que crearía un estado para los palestinos en Cisjordania y la Franja de Gaza junto a Israel.

Y un Estado palestino es una opción para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pero eso sí, siempre que sea desmilitarizado para no amenazar a Israel. Por su parte, los palestinos no se oponen a esta demanda, pero dicen que aún se debe discutir mucho sobre las condiciones con Israel.

Pero, más allá de las exigencias de cada bando, el tema se complica aún más por el hecho de que Gaza y Cisjordania están gestionados por diferentes partidos palestinos, opuestos entre sí. Los islámicos de Hamás, que gobiernan Gaza, han denunciado las conversaciones directas y no reconocen el derecho de Israel a existir. Y para mostrar su oposición, en los días previos al encuentro entre los líderes, han sembrado, de nuevo, el terror con diversos atentados.

¿Qué pide cada bando?

Los asentamientos que Israel construye en territorio ocupado son un patente punto de inflexión. Prueba de ello es que propiciaron la última gran crisis entre Israel, Palestina y el propio Estados Unidos ya que el anuncio de nuevas construcciones se produjo el mismo día que se iba a hacer público que se retomaban las conversaciones indirectas.

Por ello, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, ha pedido un congelamiento total de la expansión de los asentamientos de Israel, que construye en territorio ocupado desde la guerra de 1967. Es más, los palestinos demandan que todos los asentamientos sean evacuados, y, así como con la Corte Mundial y las grandes potencias internacionales, los consideran ilegales.

Por su parte, Israel ha asegurado tener la intención de mantener varios asentamientos importantes, una medida que podría dar lugar a intercambios territoriales con los palestinos.

El otro punto calve es Jersualén. Los palestinos quieren que Jerusalén oriental, que incluye la Ciudad Vieja y sitios sagrados para los musulmanes, judíos y cristianos, sea la capital de su estado. Pero Netanyahu ha advertido que Jerusalén seguirá siendo "indivisible y eternamente la capital de Israel".

¿Qué ocurriría con los refugiados palestinos?

Antes de la guerra de 1967 en la que Israel procedió a la ocupación ilegal, tuvo lugar la de la independencia en el año 1948. Cinco países junto a los árabes palestinos invadieron el recién creado estado de Israel, que logró mantenerse y, por primera vez, ampliar sus fronteras.

La consecuencia fue, junto a unas fronteras no reconocidas internacionalmente, el llamado "naqba" o desastre de los refugiados palestinos que se vieron obligados a escapar del conflicto. Entonces nació el punto 11 de la resolución 194 de la ONU según la cual se debía permitir a los refugiados regresar, algo que se cumplió, y compensarles económicamente en el caso de que se hayan visto obligados a establecer su hogar en otro lugar.

Ahora, los palestinos, frente a esta última demanda, aseguran que aceptarían "una solución justa y acordada" pese a que Israel reitera que cualquier reasentamiento de los refugiados palestinos debe tener lugar fuera de sus fronteras.

¿Quiénes son los personajes clave en las conversaciones?

Del lado de Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu. El líder del partido de la derecha ha prometido a los escépticos asumir riesgos políticos para la paz al tiempo que garantiza que cualquier acuerdo sobre un Estado palestino no amenazará la seguridad de Israel.

Su decisión sobre qué hacer con la congelación de los asentamientos judíos, que expira el 26 de septiembre, podría ser clave para que no acaben las negociaciones.

De momento, Netanyahu ha manifestado hasta ahora una línea conciliadora, algo que es interpretado por muchos analistas como un gesto que busca contentar a Obama, tras unos meses de una relación inestable.

A todo ello hay que añadir que en las próximas negociaciones con los palestinos, Netanyahu debe tener en cuanta las repercusiones que podrían tener sus decisiones en su coalición gobernante, dominada por partidos pro-colonos, incluso del propio Likud.

Por otro lado, en Palestina, la clave es el presidente Mahmoud Abbas, quien ya buscó el progreso en las negociaciones indirectas con Israel, que comenzaron el pasado mes de mayo, antes de cualquier intento de conversaciones cara a cara.

Para él, de nuevo, vuelven a ser clave los asentamientos. De hecho ha amenazado con abandonar las negociaciones si Israel sigue con la construcción de asentamientos después del 26 de septiembre.

Abbas sólo ejerce el poder en Cisjordania desde que perdió el control de la Franja de Gaza frente a los islámicos de Hamás en la lucha interna palestina en 2007.

Del lado de Estados Unidos, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el enviado especial para Oriente Medio, George Mitchell, son los grandes personales.  Aunque Clinton ha sido un fuerte partidario de Israel, ha sido capaz de tener palabras duras para el país a principios de este año. En marzo, calificó de insultante el comprotamiento de Israel cuando se anunció la construcción de nuevas casas durante una visita del vicepresidente de EE.UU. Joe Biden.

Mitchel, por su parte, no ha dejado de presionar a los dos bandos para que retomaran las negociaciones.