Los expertos confirman: "El síndrome postvacacional ni existe ni deriva en depresión"
- Habituarse de nuevo a los horarios crea malestar, pero no es una enfermedad
- Lo importante es mantener la mente ocupada para no pensar en el trabajo
¿Eres de aquellos a los que les cuesta volver al trabajo después de las vacaciones? ¿estás desmotivado y no te apetece ir a trabajar? Puede que sufras el síndrome postvacacional. Todos hemos oído hablar de él, pero ¿realmente lo sufrimos?
El 56% de los trabajadores así lo reconoce, según un reciente estudio de Randstad, aunque quizá te convenga saber que los expertos lo consideran una invención.
"El síndrome postvacacional no existe como enfermedad", afirma Víctor Pérez, director de la Unidad de Psiquiatría del Hospital San Pau de Barcelona, en declaraciones a RTVE.es. De la misma opinión es la psicóloga social Miriam González-Pablo, quien cree que "sólo se trata de un periodo de adaptación".
El síndrome postvacacional es un conjunto de síntomas que se producen a la vuelta de vacaciones, tales como la antipatía o la desmotivación, incluso, pueden llegarse a producir situaciones de insomnio.
Resistencia a volver a la rutina
"Esto sucede porque durante las vacaciones nos liberamos de las obligaciones del día a día, flexibilizamos las tareas y los horarios, y hay una resistencia a volver a la rutina tras el fin de ese periodo", explica Miriam Gónzalez-Pablo.
Se trata de una serie de síntomas que aparecen cuando se produce un cambio de hábitos. "También sucede en otras situaciones, como por ejemplo, cuando nos enamoramos o con la muerte de un familiar", comenta Víctor Pérez.
Según argumentan los expertos, ante cada nueva situación aparecen una serie de síntomas y es necesario poner en marcha mecanismos de adaptación.
Los niños no se libran y también pueden llegar a sufrir síndrome postvacacional, dado que a ellos también les cuesta adaptarse a los nuevos horarios con la llegada del nuevo curso escolar.
No causa depresión
Ambos expertos coinciden en afirmar que en ningún caso un síndrome postvacacional deriva en una depresión. "Para que un síndrome postvacacional derive en una depresión la persona debe ser vulnerable", explica Víctor Pérez. Es decir, la persona debería estar sometida a situaciones de estrés o de conflictividad en el trabajo, lo que haría más complicada esa adaptación.
Organizar el tiempo y darse márgenes de adaptación son algunos de los consejos que recomiendan los expertos para que la vuelta al trabajo se haga más fácil. "Debemos llevar a cabo tareas para distraernos", comenta Miriam Gónzalez-Pablo.
Una buena idea es hacer planes para los fines de semana y empezar a planear qué hacer durante el 'puente' más cercano. De lo que se trata es de mantener la mente ocupada. Pero, ante todo "hay que ser realistas y aceptar que tenemos que volver a nuestro día a día", dice González-Pablo.