Lanzan huevos y zapatos a Tony Blair
- Ocurrió a su llegada a una librería en Dublín para firmar ejemplares de su libro
- Más de trescientas personas le esperaban para que les firmara un libro
Manifestantes contrarios a la guerra de Irak (2003) arrojaron este sábado huevos y zapatos contra Tony Blair cuando el ex primer ministro británico llegaba a una librería de Dublín para firmar copias de su libro de memorias.
Los "misiles caseros" no alcanzaron al ex líder laborista al llegar a la librería Eason, en la calle O'Connell, pero la Policía irlandesa (Gardai) tuvo que contener a manifestantes que intentaban derribar una barrera de seguridad montada frente al edificio.
“Hey, hey, Tony, ¿cuántos niños ha matado hoy?"“
Al llegar Blair se podían escuchar gritos y frases como: "Hey, hey, Tony, ¿cuántos niños ha matado hoy?", "Tony Blair, criminal de guerra" y "sangre en tus manos".
Más de 300 personas le esperaban
Más de trescientas personas hicieron cola frente a la librería dublinesa y estas son las primeras firmas del ex "premier" desde que su libro saliera publicado el pasado miércoles.
El texto ha alcanzado unas ventas "sin precedentes" en su primer día de publicación, según la librería británica Waterstone's.
Waterstone's, la mayor cadena de librerías del Reino Unido, no aportó cifras pero calificó el éxito del libro del que fuera primer ministro entre 1997 y 2007 de "estupendo" pues "nunca habíamos visto que un libro se vendiera tan rápido en un día".
Blair habla de su mala relación con Brown
Blair ha revelado en sus memorias el alcance de su mala relación con su sucesor, Gordon Brown, al que ha calificado de hombre "exasperante" y con "inteligencia emocional cero".
En las 718 páginas que contiene del libro, el político relata sin mayores novedades los acontecimientos más importantes de sus diez años en el Gobierno, como el proceso de paz en Irlanda del Norte, la muerte de Diana de Gales (1997), los ataques del 11 de septiembre de 2001 en EEUU y la controversia por la invasión de Irak.
Pero lo más jugoso que ha salido de este libro es su ya conocida mala relación con Brown, quien fue su ministro de Economía y le sucedió al frente del Gobierno en junio de 2007.