Nueva Zelanda tardará un año en reconstruir la zona afectada por el terremoto

• Los equipos de rescate buscan entre los escombros a posibles víctimas
• Se ha registrado un fallecido por un ataque al corazón y hay decenas de heridos

El joven Taylor Strowger, de 10 años, explora los daños provocados por el terremoto en Nueva Zelanda.

Al menos hará falta un año para reconstruir las zonas afectadas por el terremoto de 7,2 grados en la escala abierta de Richter que ocurrió el sábado de madrugada a 28,4 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino y a 31 kilómetros al noroeste de Christchurch, en Nueva Zelanda.

Casi un milagro

Según el balance oficial, una persona murió de un ataque al corazón y decenas resultaron heridas, dos de gravedad, por el violento temblor, que derrumbó fachadas enteras de edificios y dejó grandes fracturas en las calles.

Los equipos de rescate tratan ahora de localizar a posibles víctimas entre los escombros, sin que por el momento se tengan constancia de más fallecidos.

Más de 500 edificios comerciales quedaron dañados y al menos un 20% de las viviendas quedaron inhabitables en Christchurch, la segunda mayor ciudad del país con unos 380.000 habitantes. Las autoridades temen que la situación pueda empeorar debido a las réplicas de hasta 5,4 grados y a que se acerca una tormenta al sur de Nueva Zelanda.

Los servicios de emergencia ya han restablecido la mayoría de los servicios de electricidad y agua en Christchurch, situada en la isla sur. De acuerdo con las estimaciones preliminares, el terremoto causó daños por valor de 1.100 millones de euros.

Toque de queda

Las autoridades declararon el estado de emergencia y el toque de queda desde las 7.00 de la tarde hasta las 7.00 de la mañana en Christchurch, para evitar saqueos en las tiendas y viviendas afectadas.

La pasada noche, la Policía detuvo a varias personas que intentaron traspasar la zona acordonada del distrito comercial, al parecer con la intención de robar en las tiendas.

El primer ministro neozelandés, que se desplazó a la zona del terremoto a las pocas horas, calificó de "milagro" que nadie haya parecido aplastado por las fachadas derruidas.

Por el momento, el aeropuerto de la Chrischurch continúa cerrado y el Gobierno informó de que los centros educativos no abrirán el lunes en varias localidades de la isla sur.

Nueva Zelanda sufre cerca de 14.000 terremotos cada año, de los cuales la gran mayoría son de poca intensidad, aunque entre 100 y 150 tienen la suficiente fuerza cómo para ser percibidos.