Neira: "Si perteneciera a la clase política estaría en la posición Lewinsky ante Aguirre o Aído"
- No dimitirá porque "éticamente" es "intachable" y pide a Aguirre que le cese
- Dice que su detención y las reacciones que se han sucedido son "un montaje"
- Neira ha sido condenado a 10 meses sin carné por conducir bebido
El presidente del Observatorio de Violencia de Género, Jesús Neira, ha defendido tras ser detenido y condenado por un delito contra la seguridad vial que no piensa dimitir de su cargo porque "éticamente" es "intachable" y ha aseverado que pedirá a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, que "ejerza su función" y le cese.
Además ha afirmado que no entiende el revuelo por ser polémico en sus declaraciones porque no pertene a la clase política. "Si perteneciera a ella estaría en la posición de (Mónica) Lewinsky delante de la señora Aguirre, de la señora Aído o delante del Sunsun Corda", ha asegurado
Neira ha realizado estas declaraciones a Antena 3 minutos antes de ser condenado por un juez a 10 meses sin carné y 1.800 euros de multa por conducir bebido.
"Ni dimito ni voy a dimitir"
"Le diré claramente (a Aguirre) que ejerza su función, es decir, que me cese porque yo éticamente soy intachable y no he trasgredido la ética y por tanto no dimito ni voy a dimitir. Le agradecería enormemente que me cese. Que me cese porque no quiero estar en esta situación", ha manifestado.
El profesor, que ha llegado a asegurar que quiere que le echen, ha señalado que está "hasta el gorro de cosas que son indignantes y una basura" y ha aseverado que su detención por triplicar la tasa de alcoholemia al volante y todas las reacciones que se han sucedido después le parecen "un montaje".
De hecho, el pasado viernes defendió que no iba ebrio porque sólo había bebido media copa de vino y un licor de café.
"Jamás he ejercido la posición Lewinsky"
Al ser preguntado por las polémicas declaraciones que a veces ha realizado a pesar de ocupar un cargo público, el profesor se ha defendido diciendo que no pertenece a la clase política y que si perteneciera a ella "estaría en la posición de (Mónica) Lewinsky delante de la señora Aguirre, de la señora Aído o delante del Sunsun Corda".
"O le diría a Granados: 'oye, aquí está Lewinsky para lo que sea menester. Pero es que yo jamás he ejercido la posición Lewinsky y digo las cosas con claridad. Pertenezco a la sociedad civil, me dedico a mi profesión y pienso como un español. No soy un señorito del poder. ¿Por qué voy a tener que andarme con paños calientes?", ha zanjado.
Tras señalar que el viernes llamó a Aguirre por teléfono sin llegar a contactar con ella, Neira ha arremetido contra el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, por las palabras en las que pidió una reflexión después de conocerse su detención.
"Tengo que agradecerle mucho sus palabras del viernes. Ya le contesté por escrito. Lo que dijo Granados no se lo toleraría a mi padre y mi padre tenía una gran altura que él no tiene. No voy a entrar en este tipo de cuestiones", ha indicado.
Asume lo que venga "con valentía"
Neira, que afirma que "jamás se ha considerado un ídolo ni un héroe", ha mantenido que "evidentemente" no ha hecho nada para que le echen porque ni ha robado, ni ha mentido, ni se ha saltado la legalidad. "Lo único que ha pasado es que he dado una tasa de alcoholemia en condiciones terribles de una medicación. Moralmente, éticamente, ¿he pisado la ética de la sociedad? Es que es verdaderamente increíble", ha sentenciado.
El presidente del Consejo Asesor del Observatorio regional de Violencia de Género ha confesado que asume "con valentía" lo que ocurra y ha apuntado que si le ponen una multa o le retiran el carné por su delito contra la seguridad vial le alegraría "un montón" con tal de poder volver a lo que era su vida "normal" y de poderse tomar "tres copas" cuando quiera, al tiempo que ha considerado que toda la polémica suscitada ha sido "excesiva".
También ha recordado que es de los que piensa que cada persona debe ejercer su libertad y tomarse "las copas que le dé la gana bajo su absoluta responsabilidad". "Naturalmente, eso choca con la seguridad y la libertad de los demás y la vida de los demás. Como no hay que poner en peligro semejante cosa, desde hace muchísimos años he utilizado el taxi cuando he tomado unas copas con mis amigos o, directamente, en caso de que fuéramos una reunión de varios matrimonios, mi mujer conduce y punto", ha dicho.