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Obama promete "empleos inmediatos" y menos trámites con su nuevo plan de infraestructuras

  • El presidente asegura que permitirá crear empleos en 2011
  • Se eliminarán trámites para que el dinero llegue cuanto antes a las empresas

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Obama pondrá en marcha infraestructuras para acelerar el crecimiento y el empleo

"Vamos a cambiar la forma en que se gasta el dinero de vuestros impuestos. Vamos a apostar por la competencia y la innovación", ha destacado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, al anunciar este lunes un nuevo plan de inversión en infraestructuras que -según ha filtrado la Casa Blanca- alcanzará los 50.000 millones de dólares (cerca de 40.000 millones de euros).

Obama ha destacado que ese dinero llegará más rápido a las empresas, para lo cual ha anunciado que se eliminarán trámites burocráticos con la creación de un "banco para infraestructuras" que -ha dicho- permitirá acabar con un sistema en el que las obras públicas se realizan a través de concesiones guiadas más por los intereses de los congresistas que por los verdaderos méritos de cada proyecto.

"Los próximos seis años, vamos a reconstruir 150.000 millas de nuestras  carreteras [241.400 kilómetros], lo que equivale a dar la vuelta al mundo seis veces. Eso son  muchas carreteras... Vamos a tender y mantener 4.000  millas [6.437 kilómetros] de vías de ferrocarril, suficiente para acercar las dos costas.  Vamos a reparar 150 millas [casi 300 kilómetros] de pistas de aeropuertos y a establecer un  avanzado sistema de control aéreo para reducir el tiempo de viaje y los  retrasos de los pasajeros estadounidenses", ha repasado Obama. También  ha adelantado que el plan podría incluir líneas férreas de alta  velocidad.

Creación "inmediata" de empleos

Durante un mítin en Milwaukee organizado para celebrar el Día del Trabajo, Obama ha asegurado que "no sólo permitirá crear empleos de inmediato, sino que mejorará la economía del país", ya que acometerá la construcción y renovación de unas infraestructuras que ha calificado de "deficientes" y eso revertirá en el desarrollo de la actividad económica estadounidense.

"Este plan estará completamente pagado",  ha resumido el presidente estadounidense ante miles de trabajadores que  han participado en la celebración y a los que Obama ha dedicado un  discurso centrado en una férrea defensa de los obreros y la  clase media, "quienes hicieron posible que el Siglo XX fuera el  siglo de Estados Unidos", ha enfatizado. 

De esta manera, Obama trataba de destacar que el nuevo plan no repercutirá en el ya elevado déficit público. Como se ha encargado de difundir la Casa Blanca, esas inversiones se podrían financiar si se recortan deducciones fiscales y subsidios que favorecen la exploración y producción de gas y petróleo. Históricamente, según recuerda el diario The New York Times, los proyectos de transporte en Estados Unidos se han pagado con dinero procedente de impuestos, como el que grava la gasolina.

Sin embargo, la Administración se muestra abierta a nuevas propuestas y a alcanzar un acuerdo en el Congreso. Todo ello con el objetivo de sacar el plan cuanto antes para, según los cálculos de la Casa Blanca, poder crear nuevos empleos el próximo año.

La iniciativa anunciada este lunes se presenta desde la  Casa Blanca como parte del paquete adicional de medidas de estímulo  anunciado por Obama la semana pasada y que se detallará el próximo  miércoles en Cleveland.

Deberá pasar por el Congreso

Este plan necesitará la aprobación del Congreso, ya que implica ampliar y revisar una ley sobre el transporte que se renueva cada cinco años y que, en estos momentos, está paralizada en el parlamento.

Por eso, en un discurso enmarcado en plena campaña para las elecciones legislativas del próximo noviembre, Obama ha dirigido sus críticas más duras a los republicanos que -ha asegurado- están bloqueando en el Capitolio medidas económicas vitales para ayudar a la clase media, los trabajadores y las pequeñas empresas.

Con la cercanía de los comicios y la actual lucha de poder en el Congreso, la aprobación del plan de inversión en obras públicas deseado por el presidente estadounidense se presenta complicada.