Esperma congelado para salvar a las salamandras gigantes
- La población de estos animales ha caído un 90% en las últimas décadas
- Los expertos consideran que absorben pesticidas a través de su piel
- Son animales tan raros que los llaman 'nutrias de moco' y 'perros del diablo'
Ciencia al cubo
El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55
Congelar el esperma de salamandras gigantes americanas que viven en zoos. Es la última idea, de emergencia, que han llevado a cabo veterinarios de la Universidad Michigan State para salvar a este extraño animal de la extinción.
Las salamandras gigantes son animales muy extraños. Se parecen a las salamandras pequeñas que estamos acostumbrados a ver, pero más arrugadas.
Tienen pliegues en los laterales del cuerpo para aumentar la superficie de piel ya que respiran a través de ella, y con unos muy rudimentarios pulmones. Miden casi un metro de longitud.
Son de un color parecido al de las rocas y tierra del fondo de los ríos y saltos de agua de las montañas donde habita. Y son viscosas, aplanadas y blandas, mullidas. No es de extrañar que también se las llame nutrias de moco y perros del diablo.
Caída drástica de población
Hasta hace un par de décadas vivían en un territorio amplísimo de Norteamérica. Desde el noreste de Arkansas hasta Nueva York. Hoy su población ha disminuido en casi un 90% en la mayoría de las zonas, por lo que está considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Actualmente, tan solo quedan poblaciones sanas en lugares muy concretos de Estados Unidos, como el sur de Apalacchia y Pennsilvania.
Todas las áreas donde vive la salamandra gigante están protegidas, así que los expertos no saben a ciencia cierta la razón del declive tan grande de la población, pero creen que tiene que ver con la contaminación, y en concreto, con los pesticidas.
Creen que los absorben por la piel y alteran su producción de hormonas y por eso no se están reproduciendo a un ritmo normal. El caso es que en cautividad tampoco se reproducen casi.
Por eso, los especialistas han decidido no perder más tiempo y asegurarse de que el material genético de este, uno de los anfibios más raros del planeta, no se pierde.
CIENCIA AL CUBO
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