La Eurocámara ataca las expulsiones de gitanos de Sarkozy mientras la CE se lava las manos
Francia se ha sentado en el banquillo de los acusados este martes en el Parlamento Europeo por su política de expulsión de los gitanos, que ha sido juzgada como "inaceptable" por casi todos los grupos excepto el popular mientras la Comisión Europea ha bendecido sus planes, lo que le ha granjeado también fuertes críticas.
Las dos instituciones han mostrado sus diferencias sobre este tema sensible con motivo de un debate sobre la situación de los gitanos en Europa, organizado en Estrasburgo con motivo de las expulsiones decididas en Francia.
La comisaria encargada de los asuntos de Justicia, Viviane Reding, ha asegurado que los gitanos no deben convertirse en "chivos expiatorios", pero también ha expresado su agradecimiento por las "garantías" que le ha suministrado el gobierno francés para justificar su política de deportación a sus países de origen de los ciudadanos rumanos y búlgaros.
Giro de la Comisión
"Gracias a un diálogo muy intenso entre la Comisión Europea y las autoridades francesas en las últimas semanas, una cierta evolución se está produciendo", ha declarado la comisaria Reding, que ha recordado que Francia ha dicho que "no había ninguna acción dirigida contra la población romaní".
Las palabras de Reding muestran a su vez un giro en el ejecutivo comunitario, que cuando se produjeron las primeras expulsiones anunció que las seguiría muy de cerca para determinar si incumplía la legislación europea.
La propia Reding elaboró un informe tras reunirse con los representantes del Gobierno francés, pero la Comisión ha ordenado este mismo lunes no hacer público el resultado del mismo al considerar que se trata de un documento de trabajo.
Detrás de esta decisión puede estar la reunión que el presidente de la Comisión José Manuel Durao Barroso tuvo la semana pasada en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en las que insistía en las "obligaciones" impuestas a todos los ciudadanos.
Durante su intervención en el primer debate sobre el estado de la UE, Durao Barroso ha hecho un llamamiento a "no volver despertar fantasmas del pasado" y ha dejado claro que "el racismo y la xenofobia" no tienen sitio en Europa pero ha evitado mencionar el caso francés.
"En asuntos tan sensibles, cuando aparece un problema, todos debemos actuar con responsabilidad. Hago un fuerte llamamiento a no volver a despertar fantasmas del pasado europeo", ha señalado.
Críticas de la Eurocámara
Los partidos han aplaudido sus palabras pero luego le han afeado que no haya ido más allá y no haya hablado directamente de Francia.
Tras la intervención de Reding la mayoría de los grupos ha expresado su preocupación por la "retórica" que ha podido oirse en Francia y otros países en torno a los gitanos y ha subrayado que la libre circulación de personas, la igualdad de trato y la no discriminación son derechos fundamentales en la UE.
"Estoy profundamente decepcionado escuchando hoy a la CE", ha señalado en nombre del grupo socialista Hannes Swoboda, que ha llamado al Ejecutivo comunitario a asumir su "responsabilidad" ante unas expulsiones que para la segunda fuerza de la cámara violan la legislación comunitaria.
Más duros se han mostrado los liberales tanto con la CE como con Francia, a quien acusan de "aprovecharse de la vulnerabilidad" de la comunidad gitana y de actuar con "cinismo" hablando de retornos voluntarios.
La diputada liberal rumana Renate Weber ha criticado también a Bruselas por su "silencio ensordecedor" cuando hace años Italia tomó decisiones similares a las francesas y ha llamado a la CE a "demostrar su papel de guardián de los tratados y la legislación".
"No niegue usted la realidad, asuma sus responsabilidades", le ha insistido también a Reding la ecologista Hélène Flautre.
Un buen número de diputados han acusado hoy a Sarkozy de utilizar a la comunidad gitana como "chivo expiatorio" para tapar sus propios problemas políticos y han advertido ante las consecuencias que su política puede tener en otros países.
El Elíseo critica las palabras "excesivas"
Mientras, la mayor parte de los parlamentarios que intervinieron en el debate por parte del Partido Popular Europeo (PPE) -familia política de Sarkozy- denunciaron que el asunto de los gitanos se está usando como arma política contra el presidente galo.
El grupo conservador insistió en la necesidad de una estrategia global para la integración de la comunidad romaní en Europa, tal y como defiende en su propuesta de resolución de cara a la votación que la Eurocámara celebrará el jueves sobre el asunto.
El centroizquierda, mientras, pretende que el PE incluya en su pronunciamiento una crítica explícita a las expulsiones en Francia.
En París, el gobierno francés ha denunciado las declaraciones "totalmente excesivas" de algunos diputados.
"He encontrado estas declaraciones en la boca de los diputados al Parlamento Europeo, totalmente irrazonable e injusto a la política de Francia hacia los romaníes", ha declarado el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche.