Irán defiende que Ashtiani también está siendo juzgada por el asesinato de su esposo

• La mujer iraní ha sido condenada a pena de muerte por adulterio
• La presión internacional logró que la sentencia de lapidación fuera suspendida

Una manifestante sostiene una fotografía de Sakineh Ashtiani frente a la embajada de Irán en Roma.

Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní condenada a la lapidación por adulterio y cuyo caso originó una oleada de protestas en la comunidad internacional, también está siendo juzgada por colaborar en el asesinato de su esposo, según el régimen de Teherán.

"Sakineh Mohammadi ha cometido dos delitos, uno es colaborar en el asesinato de su marido y otro, haberle traicionado al mantener relaciones extra-matrimoniales con diferentes hombres", ha afirmado este martes el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Ramin Mehmanparast.

En su habitual rueda de prensa semanal celebrada en la sede del ministerio en el sur de Teherán, Mehmanparast ha informado de que las autoridades judiciales iraníes dictarán próximamente el veredicto del caso contra Ashtiani relativo a "su participación en el asesinato de su propio marido".

Sakineh Mohammadi Ashtiani, de 43 años y madre de dos hijos, que se encuentra en prisión desde 2006, iba a ser lapidada, pero la sentencia fue suspendida ante las presiones internacionales.

Su hijo Sakineh Ashtiani  Mohammadi, aseguraba este lunes que temía que finalmente la sentecia  contra su madre sea ejecutada el próximo día 10 de septiembre,  coincidiendo con el final del Ramadán.

Sakineh Mohammadi Ashtiani condenada en su país, Irán, a ser lapidada por complicidad en el asesinato de su marido y por adulterio.

Campaña internacional a favor de Ashtiani

Preguntado por la movilización internacional a favor de Ashtiani,  el portavoz iraní ha mantenido que "la defensa de una persona sometida a juicio por asesinato y adulterio no tiene nada que ver con los Derechos Humanos".

El portavoz también se ha referido a las recientes declaraciones de los ministros de Exteriores de Italia y Francia sobre su disponibilidad de mantener una reunión con su colega iraní Manucher Mottaki para tratar el asunto de Ashtiani.

Según Mehmanparast, esta demanda no se adapta a la dignidad de los jefes de las diplomacias italiana y francesa, quienes, ha añadido, no tienen informaciones correctas sobre el caso de Ashtiani.

"Creemos que la celebración de reuniones con los ministros de Asuntos Exteriores de Francia e Italia va a ser un gesto positivo y útil para hablar de las cuestiones bilaterales e internacionales", se limitó a decir Mehmanparast.