Asesinan a tiros a 17 trabajadores en una fábrica de zapatos en Honduras
- El suceso ha tenido lugar en San Pedro Sula, la segunda ciudad del país
- Aunque oficialmente no hay sospechosos, los medios apuntan a las maras
Un grupo de hombres armados han matado a tiros a 17 personas en un taller de zapatos de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, según las autoridades del país centroamericano, uno de los más violentos del mundo.
Aunque las autoridades no han ofrecido ninguna hipótesis, algunos medios apuntan a un posible ajuste de cuentas entre grupos de pandilleros.
Según los primeros indicios, dos o tres individuos han entrado en el establecimiento, en el que trabajaban unas 25 personas, y han abierto fuego con fusiles de asalto AK-47. En el lugar han quedado 13 cadáveres y seis heridos han sido llevados a hospitales, donde han muerto cinco, según ha indicado a la agencia France Presse un portavoz del Ministerio del Interior.
El suceso se ha producido alrededor de las 16.00 horas de este martes (medianoche en la España peninsular) en el marginal barrio de San Francisco, en el suroreste de la segunda ciudad hondureña.
Todos los fallecidos eran jóvenes
Según las autoridades, las víctimas tenían entre 17 y 35 años, todos varones, informa Europa Press. Entre ellos se encuentra el hijo del propietario de la tienda y un integrante de la mara '18', por lo que el crimen podría estar vinculado a un enfrentamiento entre maras (organizaciones juveniles delictivas), añade la agencia que cita a varios periódicos locales. En principio, todas las víctimas eran trabajadores, según esos medios.
La Policía Nacional, encargada de la investigación, se ha limitado a asegurar que detendrá a los culpables: "Vamos a esclarecer los orígenes de este delito y a sacar a sus responsables de donde tengamos que sacarlos en el menor tiempo posible", ha dicho su jefe en San Pedro de Sula, Héctor Mejía.
Se trata del incidente violento con mayor número de víctimas de los registrados este año en Honduras, que tiene una de las tasas de homicidios más elevadas del mundo: 57 por cada 100.000 habitantes.
Este índice ha aumentado en los últimos años por la presencia de miembros de los cárteles mexicanos en el norte del país, desde donde ayudan a trasladar la droga que tiene Estados Unidos como destino final.