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El dinosaurio jorobado de Cuenca

  • El dinosaurio ya tenía estructuras antecesoras de las plumas
  • Se trata de un depredador único
  • Medía unos seis metros de largo

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"Pepito" es el nombre de la nueva especie de dinosaurio encontrada en Cuenca

Un depredador con joroba, plumas en su espalda y que vivió hace unos 125 millones de años. Este dinosaurio es un ejemplar único, y la revista 'Nature' publica esta semana la descripción del jorobado de Cuenca, el 'Concavenator corcovatus', un nuevo  dinosaurio carnívoro del yacimiento de Las Hoyas.

El trabajo ha sido  realizado en coautoría por Francisco Ortega y Fernando Escaso, de la  Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), y José Luis  Sanz, de la Universidad Autónoma de Madrid.

El yacimiento paleontológico conquense de Las Hoyas constituye un  importante referente para el estudio de las faunas y floras europeas  durante el Cretácico Inferior, hace unos 125 millones de años. El  yacimiento es famoso porque en él se describieron aves primitivas,  como el 'Iberomesornis', o dinosaurios como 'Pelecanimimus', el único  ornitomimosaurio hallado en Europa.

Según explicó a Europa Press Francisco Ortega, uno de los  responsables del trabajo, "el análisis del fósil ha sido laborioso,  sobre todo debido a las fases previas de preparación del ejemplar,  que se han extendido por más de dos años".

El ejemplar estudiado, denominado coloquialmente "Pepito" por los  paleontólogos,  consiste en un esqueleto de seis metros articulado, es  decir, con todos los huesos colocados en la posición en la que se  encontraban en el animal en vida y "muy bien conservado", lo que también  es, según los investigadores, novedoso.

El "cazador jorobado de Cuenca era uno de los grandes  depredadores del ecosistema de 'Las Hoyas'.

La joroba es una de las características singulares de  'Concavenator', desconocida en cualquier otro dinosaurio descubierto  hasta ahora. "Las dos últimas vértebras por delante de la pelvis  proyectan sus espinas neurales sobre el dorso del animal,  configurando una especie de joroba cuya función es, hasta este  momento, desconocida", explica Ortega.

La conservación permite identificar algunas impresiones de la piel  del  animal, como las de las escamas de las patas o de la cola. Pero,  además, los investigadores señalan que el 'Concavenator' guarda otra  sorpresa.

En muchas aves actuales, el borde posterior de uno de los  huesos del antebrazo, la ulna, tiene una serie de pequeños bultos que  sirven para la inserción de las plumas de mayor tamaño en las alas.  Esta característica se había reconocido también en algunos  dinosaurios de pequeño tamaño y muy cercanamente emparentados con las  aves, como el Velociraptor.

Lo sorprendente es que 'Concavenator', cuatro veces más grande que  el Velociraptor, y supuestamente demasiado primitivo para tener  plumas, presenta también estos pequeños bultos.

El dinosaurio conquense ya tenía estructuras antecesoras de las plumas

Según señala Ortega, "la presencia de los pequeños bultos en la  ulna de 'Concavenator' indica que este dinosaurio conquense ya tenía  estructuras en la piel que constituyen un estadio ancestral de las  plumas de las aves.  El reconocimiento de estas estructuras en  'Concavenator' permite ampliar el número de grupos de dinosaurios en  los que, además de escamas, deberíamos considerar la presencia de  estructuras antecesoras a las plumas de las aves".

Lo sorprendente, según este estudio, es que este dinosaurio cuatro veces  más grande que "Velociraptor", y supuestamente demasiado primitivo para  tener plumas, presenta también estos pequeños bultos.

'Concavenator' supone el hallazgo más significativo del conjunto  de dinosaurios de Cuenca, una de las regiones más prolíficas en  restos de estos reptiles mesozoicos de Europa, en la que se  encuentran los yacimientos del Cretácico Inferior de Las Hoyas y del  Cretácico Superior de Lo Hueco.