Las nuevas estrellas del zoo de Madrid, los pandas gemelos, podrían marcharse en los próximos años
- Todos los ejemplares en cautividad están cedidos por el gobierno chino
- Los acuerdos de cesión, tanto con adultos como con crías, son muy restrictivos
- Si no hay pacto, los pequeños podrían tener que volver al cumplir dos años
Sólo 24 horas después de haber nacido, las dos pequeñas crías de oso panda del Zoo de Madrid, se han convertido en las nuevas estrellas del parque.
Hoy miércoles, el recinto madrileño estaba más lleno de lo habitual. Cientos de personas han acudido a ver a los cachorros, aunque por ahora sólo se pueden contemplar en una pantalla de televisión.
Hua Zui Ba y sus dos crías, que están en perfecto estado, reposan en una habitación del zoo, donde los técnicos y cuidadores -incluida la experta Chen Ming, recién llegada de China- les prestan toda su atención.
Ming, acaba de llegar de Chendgu, la mayor reserva china de pandas en libertad, y ha traído incluso calostro congelado, la primera leche que da la hembra después de parir, para alimentar a las crías durante sus primeras horas de vida.
Tasa de mortalidad infantil altísima
Cuando las hembras de esta especie tienen gemelos, "la tasa de mortalidad infantil alcanza el 60-70%, o sea que tenemos que cuidarlos", advierte a RTVE.es, Eduardo Sánchez, el cuidador del parque que ha permanecido junto a la madre durante todo el tiempo desde que llegó en 2007.
Mientras, el padre, Bing Xing, permanece ajeno a toda la agitación que se ha producido con el nacimiento de sus dos crías. Sigue con su rutina, tumbado al sol y comiendo entre 50 y 60 kilos diarios de bambú.
Y la madre, "toda una madraza", apunta su cuidador, de momento está tranquila. "Su comportamiento ha sido una sorpresa para todos, y aunque es primeriza, nos está dejando trabajar perfectamente, así como hacer el cambio de crías cada tres o cuatro horas, para poder sacar adelante a las dos", explica Sánchez.
Los técnicos le dan un 'sustituto'. Le cambian una cría por otra, o le dan comida y luego le devuelven a la cría. Es la única manera de conseguir que críe a las dos, porque en estado de libertad uno de los recién nacidos se habría quedado abandonado a su suerte.
Hasta ahora, Hua Zui Ba, no se ha dado cuenta del 'engaño'. Pero aunque lo notase, "tampoco creo que pasara nada", señala su cuidador.
Vuelta a la reserva china
Durante los años 70 los mandatorios chinos regalaban ejemplares a todos los países con los que mantenían relaciones diplomáticas. Pero a mediados de los 80 esa tendencia se rompió.
Ya no eran regalos, si no cesiones por diez años. En algunos casos con cifras millonarias de por medio. Y además, estos acuerdos incluyen una cláusula por la que las crías nacidas en cautividad -en cualquier parte del mundo- pasa a ser propiedad del gobierno chino.
Los plazos para entregarlas son abiertos, "pueden pasar dos, tres o cuatro años, pero lo que es seguro es que, antes o después, tendrán que volver a la reserva de Chendgu", recalca Sánchez.
Hasta entonces, sólo queda disfrutar de estas pequeñas crías -que podrán ser expuestas al público por primera vez dentro de un par de meses- que ya se han convertido, como Chulín, su antecesor, en las nuevas estrellas del zoológico madrileño.