El Festival de cine de Toronto, un difícil equilibrio entre cine comercial y 'comprometido'
- Comienza este jueves el segundo festival de cine más importante del mundo
- Esta cita se considera el pistoletazo de salida para la carrera de los Oscar
Se pone una porción del carácter independiente de Sundance y una pizca del toque ideológicamente comprometido de Cannes sobre una base de promoción cara a los Oscar.
Si la hay en la despensa, se añade una ramita de polémica.
Se bate en la coctelera de una ciudad norteamericana no estadounidense, con su toque neutral que permita desplegar el espectáculo hollywoodiense y a la vez darle un aroma de sofisticación.
Cuézase a fuego lento durante 35 años no concediendo otro premio que el del público y tendrá el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF en sus siglas inglesas), posiblemente el segundo festival de cine más prestigioso del mundo tras Cannes.
El festival de Toronto lanzadera para los Oscar
En la edición del festival de 2008 se proyectó una pequeña película sobre un comando de artificieros en Irak dirigida por una tal Kathryn Bigelow, mejor conocida por haber sido la mujer del director de Titanic, James Cameron. Año y medio después, En tierra hostil se hacía con seis premios Oscar.
Uno de sus rivales para los premios de la Academia de Hollywood, Up in the air, fue una de las películas más comentadas de la edición de 2009, cuando se estrenó. Su director, Jason Reitman, había lanzado Juno en el mismo lugar dos años antes, la película que fue una de las sorpresas en las nominaciones a los Oscar de 2008.
Aunque ya había sido estrenada en Sundance y pasó por Cannes, Precious fue Premio del Público en el festival de 2009. Ese galardón fue en ediciones anteriores para otros contendientes en los Oscar como Slumdog millionaire (estrenada en Toronto en 2008), American Beauty, Amélie o La vida es bella.
El luchador, la película de Darren Aronofsky que resucitó la carrera de Mickey Rourke, también pasó por Toronto, logrando un buen acuerdo de distribución. Porque Toronto es, sobre todo, un mercado cinematográfico y una plataforma promocional.
De ahí también sus alfombras rojas, que en esta ocasión se extenderán a los pies de Nicole Kidman, Robert de Niro, Catherine Deneuve, Kevin Spacey, Matt Damon, Michael Sheen, Bill Murray, Will Ferrell, previsiblemente Natalie Portman o Uma Thurman.
El festival de Toronto independiente y 'comprometido'
En palabras para AFP, Cameron Bailey, codirector del TIFF, ha resaltado que en 2010, se pondrá el acento cinematográfico sobre las violaciones de derechos humanos, tanto en documentales como en ficciones. Los directores de largometrajes, ha asegurado, "han realizado un gran trabajo para hacer triunfar los derechos oprimidos de ciertas personas".
Se ha referido a Precious Life, de Shlomi Eldar, sobre la lucha de un pediatra israelí y una madre palestina para lograr un tratamiento para el hijo enfermo de ésta. A Pink Saris, de Kim Longinotoo, sobre la lucha contra la violencia ejercida sobre las mujeres en la India, o a The Wisthleblower, de Larysa Kondracki, que pone el foco sobre el tráfico sexual en Bosnia.
40 habla del encuentro de culturas en Estambul y West is West retrata a una familia india que vuelve a su Punjab natal desde Inglaterra. Son otros ejemplos del carácter ideológicamente comprometida de parte de la programación de Toronto. Son, eso sí, un puñadito de producciones entre las más de 300 que cada año se proyectan en el TIFF.
Poco comprometido consideraron en 2009 los activistas de derechos humanos el festival cuando proyectó algunas películas patrocinadas por el gobierno israelí, en lo que se consideró un intento de mejorar la imagen del país hebreo tras la invasión de Gaza.
Polémica también fue la programación en 2006 de The Death of a President, que recreaba el asesinato del entonces presidente estadounidense George W.Bush.
Las apuestas del festival de Toronto 2010
Para la edición de este año, Toronto ha programado los estrenos de las últimas películas de Clint Eastwood, Robert Redford o Danny Boyle. Diez producciones con capital español se proyectarán en la ciudad canadiense, entre ellas se estrenarán las útlimas dirigidas por Icíar Bollaín, También la lluvia, y Fernando Trueba, Chico&Rita, de animación con diseños de Javier Mariscal.
De la programación, éstas son algunas de las apuestas de los medios norteamericanos para la 35ª edición del TIFF:
- Black Swan, de Darren Aronofsky. Unn melodrama ambientado en el mundo de la danza, protagonizado por Natalie Portman, que supondría el lanzamiento como oscarizable para la actriz. La cinta ha pasado por la Mostra de Venecia con críticas desiguales.
- Tabloid, un documental del ganador del Oscar Errol Morris sobre una mujer que fue Miss Wyoming acusada de secuestrar y violar a un misionero mormón. Años después fue la primera persona que clonó su mascota, un perro.
- 127 Hours, el último proyecto de Danny Boyle después de Slumdog Millionaire. Una historia sobre un montañero interpretado por James Franco que lucha para sobrevivir tras una caída en el cañón de Utah.
- The King's Speech, con la que Colin Firth vuelve a Toronto tras triunfar en 2009 con Un hombre soltero. En ella interpreta a Jorge VI, el rey de Inglaterra que sucedió a su hermano Edward tras abdicar éste para casarse con una plebeya estadounidense. La cinta se ambienta durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el monarca trata de superar su tartamudeo.
- Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia. Tras recibir aplausos en la Mostra -más de los medios extranjeros que de los españoles, a juicio de la enviada especial de Radio Nacional, Conxita Casanovas-, la película del creador de El día de la bestia, titulada The Last Circus en inglés, promete ser "buena", según la previa del TIFF en The Huffington Post.
- The Conspirator, de Robert Redford. Una historia real sobre una mujer solitaria acusada del asesinato del presidente estadounidense Abraham Lincoln. Cuenta con el concurso de Robin Wright y James McAvoy.
- Hereafter, de Clint Eastwood, cuyo guionista fue el de La Reina. La historia es un thriller sobrenatural sobre tres personas, entre los cuales está el actor Matt Damon, cuyos destinos están cruzados. La cinta, para crear más expectativas, cuenta con la producción ejecutiva de Steven Spielberg.
- Biutiful, de Alejandro González Iñárritu. La película que logró el premio a mejor actor para Javier Bardem en el festival de Cannes puede comenzar su carrera hacia el Oscar... para la película o para el propio Bardem.
- The rise and fall of Elliot Spitzer, otro documental (tras Inside Job) sobre la figura del senador demócrata de Nueva York que tuvo que renunciar al cargo tras saberse que fue cliente de una red de prostitución. La cinta tiene una aproximación positiva sobre la figura de Spitzer, al mostrarle como víctima de una conspiración de los mismo financieros de Wall Street contra cuyos abusos el senador luchó.
- Brighton Rock, la nueva adaptación de la novela de Graham Greene dirigida por Rowan Joffe, coguionista de 28 semanas después. Una historia de intriga y romance sobre un gángster de clase baja protagonizada por Helen Mirren y Sam Riley.
- The Way, de Emilio Estevez. La película del hijo de Martin Sheen sobre el Camino de Santiago que incluye en su reparto al propio Sheen, que interpreta a un padre que se entera de la muerte de su hijo en España mientras peregrina a Santiago de Compostela.
Llama la atención en esta edición del TIFF la cantidad de películas dirigidas por actores. A Eastwood o Redford se unen John Turturro, Ben y Casey Affleck, Guillaume Canet, David Schwimmer (el Ross de Friends), Philip Seymour Hoffman, Tony Goldwin o el citado Estevez.