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Francia responde que "ni se plantea" suspender las expulsiones de gitanos

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Tras la resolución aprobada por la Eurocámara exigiendo al gabinete de Sarkozy acabar con las deportaciones de gitanos, el ministro francés de Inmigración, Eric Besson, ha contestado que "ni se plantean" suspender las expulsiones de cualquier colectivo de inmigrantes.

"Quiero dejar claro que Francia no se plantea suspender la expulsiones de inmigrantes a sus países de origen, ya se trate de rumanos, búlgaros o cualquier otro ciudadano", ha afirmado Besson durante una visita precisamente a Bucarest para tratar la política de integración de los gitanos en la comunidad rumana.

"El Parlamento Europeo se ha excedido en sus prerrogativas y, por supuesto, no vamos a sujetarnos a ese dictado político", ha asegurado Besson, añadiendo que "Francia cumple escrupulosamente tanto la legislación comunitaria como las leyes francesas".

Asimismo ha afirmado que "nosotros no tenemos que someternos a ese dictado político. No vamos a cambiar nuestra hoja de ruta".

Besson ha realizado estas declaraciones en Rumanía a donde ha viajado acompañado por el el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Pierre Lellouche,  para pedir al gobierno rumano que establezca un "plan de contigencia  nacional" para integrar a los ciudadanos romaníes en su territorio.

Acuerdo entre Francia y Rumanía

Por cierto que Besson y el ministro rumano de Asuntos Exteriores, Teodor Baconschi, han alcanzado un acuerdo para "poner fin a polémicas estériles" sobre la cuestión de los gitanos.

Lellouche también ha opinado sobre el asunto. En este sentido ha denunciado "la enorme burbuja de hipocresía, en Francia y en nuestros socios europeos", porque se culpa a París "de un problema que no se ha tratado durante diez años y en el que hemos sido los primeros en decir: Europa tiene que movilizarse".

En una entrevista publicada hoy por el periódico "Le Monde", el titular de Asuntos Europeos insistió en que "la libertad de circulación no consiste en instalarse en otro país de la Unión Europea durante meses o años sin tener medios ni recursos". "Francia no tiene vocación de convertirse en una ventanilla social, ni acoger a dos millones de personas con grandes dificultades que vengan de otra parte de Europa", añadió.

Por eso, los dos responsables franceses reclaman a Rumanía que dé a conocer "lo más pronto posible un plan de acción de urgencia para la integración de la comunidad gitana que permitiría atribuirle fondos europeos.

París espera lograr durante esta visita un "compromiso de  Rumanía para integrar a los gitanos en su territorio, incluidos  los que ya han regresado desde Francia", afirmó Lellouche.

"Si se cree que se puede desplazar, dentro de la UE, poblaciones en dificultades y ponerlas a cargo de otros países, ellos mismos en crisis, corremos el riesgo de poner en peligro la idea misma de Europa que intentamos construir", advirtió.

A finales de julio, el gobierno francés anunció un endurecimiento de  su política de seguridad en relación con la población gitana y nómada. En lo que va de año, Francia ha devuelto a sus países de origen a más de 8.300 gitanos.