Silencio en Cuba tras las palabras de Fidel Castro
- Los medios no citan sus declaraciones
- Normalmente sus apariciones ocupan las portadas
Las palabras de Fidel Castro de que "el modelo cubano ya no funciona" dieron el miércoles la vuelta al mundo, pero ningún medio en la isla recoge este jueves la que ya ha sido interpretada como una declaración de apoyo a las reformas emprendidas por su hermano Raúl Castro.
Pese a que las intervenciones de Fidel siempre protagonizan las portadas de medios impresos o digitales, o los titulares de los telediarios, en este caso ningún medio se ha hecho eco de esas palabras, pronunciadas durante la entrevista que Castro concedió al periodista norteamericano Jeffrey Goldberg para la revista The Atlantic.
Castro y las necesidades de Cuba
En una isla acostumbrada a transmitir la información mediante circuitos informales conocidos como "Radio Bemba", y a la que este jueves se suman los intercambios de llaves USB de ordenador en ordenador, faltan horas o días para que los cubanos conozcan las opiniones del comandante en jefe de la revolución.
"Es impactante y hasta desmoralizante para su propia gente, pero Fidel se está incorporando al consenso de la nación y hasta del propio Partido Comunista de que es un modelo disfuncional que lleva al país al desastre", ha declarado a la agencia EFE el economista disidente Oscar Espinosa Chepe.
Como muchos analistas, Chepe cree que Raúl Castro, el hermano al que Fidel cedió el poder en 2006 tras una grave dolencia intestinal, sí ha tenido conciencia de la profunda necesidad de reformas económicas liberalizadoras en un país que importa casi todo lo que consume, pero lo novedoso es que por primera vez Fidel apoya esas reformas, cuando muchos le creían reacio.
Desde que asumió el poder, las medidas de Raúl Castro han ido encaminadas principalmente a potenciar la producción, disminuir las importaciones, cortar el exceso de subsidios estatales y eliminar prohibiciones.
En los últimos meses el gobierno anunció que se ampliará el trabajo por cuenta propia, legalizó las ventas de productos agrícolas de los particulares que viven cerca de pueblos y carreteras y amplió el derecho de usufructo de las tierras para inversionistas extranjeros hasta 99 años para supuestamente atraer más turistas.
Avances "insuficientes"
Sin embargo, recuerda Chepe, "estas reformas son demasiado pequeñas y limitadas, pues vienen acompañadas de restricciones y cortapisas, y los ingresos acaban siendo administrados por las viejas estructuras (...) Aquí lo que hace falta es que la gente gane dinero y pague impuestos".
Junto a esta tímida liberalización, el gobierno de Castro también está dando graduales pasos para desmantelar el enorme sistema asistencial cubano, como suprimir algunos bienes de la libreta de racionamiento, pero el presidente ya ha advertido de que sobran un millón de puestos de trabajo.
Si bien el discurso oficial es que esos trabajadores sobrantes serán reabsorbidos o reubicados por el Estado "y no botados como en el sistema capitalista", existe, por primera vez, cierto temor entre la población a perder su trabajo.
Desde su reaparición pública el pasado julio tras los cuatro largos años de enfermedad y convalecencia, Fidel Castro se había limitado a comentar asuntos de política internacional, y en la isla se daba por bueno un implícito reparto de papeles en el que los asuntos internos quedaban en manos de Raúl.
Considerado un hombre mucho más pragmático, como ha puesto de manifiesto durante las varias décadas en que ha estado al frente del ministerio de la Defensa, quedaba sin embargo la duda de si Raúl Castro contaba con el apoyo o la oposición del hermano.
Con esa famosa frase -"el modelo cubano ya no nos sirve ni a nosotros"- Fidel Castro parece dejar vía libre a su hermano en unas reformas que significan una progresiva erosión o desmantelamiento del sistema socialista en un país donde el Estado debía proveerlo todo.
El cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana y estrella ascendente en la actualidad cubana, ya lo dijo el pasado miércoles en una homilía: ante los "muchos cambios que desde hace tiempo se espera que ocurran" en Cuba, ojalá que la patrona del país, la Virgen del Cobre, ayude a los cubanos a "aceptar los aspectos difíciles que ellos puedan traer consigo".