Una gamba 'asesina' amenaza la fauna inglesa
- Su apodo, 'asesinas', es porque matan muchas presas y comen muy pocas
- El servicio de Medio Ambiente del Reino Unido ha dado la voz de alarma
- Estos crustáceos pueden poner en peligro insectos de lagos y ríos ingleses
Una 'gamba asesina' puede poner en peligro la fauna inglesa. Las descubrieron unos pescadores, que faenaban en el embalse de Grafham Water, en Cambridge (al sureste de Inglaterra), y avisaron a los servicios de Medio Ambiente del Reino Unido.
Se les denomina 'asesinas' porque matan a numerosas presas pero sólo se comen algunas. Además son muy territoriales y se apoderan de los hábitats a los que llegan, acabando con las especies nativas que pueblan la zona.
Como los grandes depredadores, atrapan a sus presas con sus patas y las devoran. Cuando no tienen hambre, lo único que hacen es matarlas y olvidarse de ellas. Pero se apropian de sus territorios.
Algunos de los insectos amenazados por la presencia de estos crustáceos (Dikerogammarus villosus) son los 'caballitos del diablo' y los 'nadadores de espalda', que se pueden ver habitualmente en los lagos y ríos británicos.
Pero su desaparición pondría en grave peligro a otros depredadores autóctonos que se alimentan de ellos.
Aumento de población
Estas gambas se han expandido rápidamente en los últimos años desde el oeste europeo, pero no suponen ningún peligro para el agua potable.
No obstante, dada su 'agresividad', las autoridades han advertido a los pescadores que usan el embalse que revisen bien sus todos sus aparejos de pesca para asegurarse de que no llevan ningún ejemplar a otros lagos o pantanos.
Mientras tanto, el subsecretario de estado de Medio Ambiente, Richard Benyon, ha expresado su "absoluta preocupación por el elevado número de especies invasoras encontradas en el Reino Unido".
"Los servcios medioambientales han actuado rápido para poner en marcha las medidas de bioseguridad necesarias y aún estamos investigando cuál es la extensión del problema para proteger la fauna nativa y a los peces jóvenes del potencial peligro que supone la presencia de estas gambas", concluye Benyon