Informe Semanal analiza la última declaración de alto el fuego de la banda terrorista ETA
- El reportaje recoge opiniones de políticos, víctimas y expertos en la lucha antiterrorista
- Seremos testigos de la lucha por sacar a los 33 mineros atrapados en Chile
- Estos y otros reportajes, este sábado a las 21.30h, en Informe Semanal
Informe Semanal analiza este sábado la útima tregua declarada por la banda terrorista ETA. Los trabajos para rescatar a los trabajadores atrapados en una mina en Chile, la vida en Haití ocho meses después del terremoto y la Ronda de los Maestrantes, completan el programa.
ETA, la última tregua
Pocas veces ha sido acogida con más unanimidad y con menos entusiasmo una declaración de alto el fuego por parte de una banda terrorista, como ETA, cuyo balance en víctimas y duración, -900 muertos y 50 años de actividad-, es tan elevado.
Ni el gobierno ni la mayoría de las fuerzas políticas y sociales han querido dar credibilidad a una tregua, cuyo término ni siquiera se menciona en el comunicado y de la que no se dan detalles. Los expertos consideran que ETA se ha sentido presionada ante las demandas de la izquierda abertzale, -a seis meses de las elecciones municipales a las que no podrá presentarse- y que no hay una postura clara respecto al abandono definitivo de las armas.
Informe Semanal cuenta para este reportaje con invitados de excepción: desde los ex Lehendakaris Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza, al actual jefe del gobierno vasco, Patxi López. Desde el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a responsables de la lucha antiterrorista en Francia o al Presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. No nos hemos olvidado de quienes han sufrido los efectos del terrorismo: hemos estado con el hermano del inspector Eduardo Puelles, asesinado por ETA el 19 de junio de 2009 y con la hija del socialista Isaías Carrasco, otra víctima inocente. Por último, hemos dado la palabra a varios jóvenes nacidos durante la primera tregua de ETA, la llamada "tregua de Argel" de 1989.
700 metros bajo tierra
Asistimos en la boca de la mina, a la lucha contra reloj que se lleva a cabo para sacar con vida a los 33 mineros atrapados desde hace más de un mes en un yacimiento de cobre y oro. Se cree que el rescate puede durar varios meses, pero las posibilidades de supervivencia han aumentado al mantenerse el contacto con el grupo y poder enviárseles medicinas y alimentos. Las nuevas tecnologías han permitido romper el muro de silencio entre los mineros y el exterior y todo un país, Chile, se ha conjurado para que el éxito corone una operación de la que ahora está pendiente medio mundo.
Los mineros reciben lo más urgente a través de unos tubos de siete centímetros de diámetro. Poco más se puede hacer, mientras las perforadoras hacen su trabajo con muchísimo cuidado ya que las dificultades del terreno impiden ir más deprisa para llegar hasta a los desafortunados mineros. Fuera de la mina, familiares, técnicos, políticos y periodistas esperan con ansiedad y temor el desenlace del suceso.
Haití, la lucha por sobrevivir
Ocho meses después del terremoto, Haití sigue bajo los efectos de un terremoto que asoló un país deprimido y pobre. La cooperación se ha convertido en el instrumento más eficaz de ayuda y aunque los medios destinados a este torturado rincón han sido importantes, todo es poco. El terremoto de Haití movilizó a la comunidad internacional, pero pasada la fase de emergencia, la reconstrucción todavía no ha comenzado y su población sigue sumida en la miseria. Cientos de organizaciones y miles de cooperantes se han volcado con Haití. También países como España han fijado en Haití sus objetivos de cooperación. Informe Semanal ha viajado al devastado país para ver cómo se encuentra y ha seguido de cerca el trabajo de los comprometidos cooperantes, un factor humano sin el cual la recuperación de Haití sería todavía mucho más difícil.
Viaje a la Ronda de los Maestrantes
El pasado y presente de Ronda se encuentra íntimamente vinculado a su Real Maestranza, mucho más que un coso taurino. En España sólo hay cuatro Maestranzas y de ellas es la de Ronda la que nunca ha interrumpido su actividad. En origen, los privilegios de las reales maestranzas eran concedidos por el Rey. Sus miembros, -dedicados al ejercicio de la jineta-, no estaban sometidos a la justicia ordinaria; no iban a quintas; vestían uniforme distintivo y tenían que destacar por su recta moral, la obediencia al Rey y por la destreza en equitación. Hoy de todo ello queda bastante, aún siendo bastante desconocido. Porque de las cenizas de la vieja Maestranza ha surgido una actividad cultural que la ha convertido en una entidad única en su género.