Reino Unido quiere privatizar o vender su sistema público de correos Royal Mail
- La decisión se toma tras un informe negativo sobre su situación financiera
- Los sindicatos británicos se oponen tajantemente a la medida
El Gobierno de coalición británico quiere privatizar o vender Royal Mail, el servicio de correos del Reino Unido que siempre ha sido de propiedad pública, según ha anunciado este viernes el secretario del ministerio de Empresa, Vince Cable.
La decisión se basa en las recomendaciones del ex vicepresidente del regulador de comunicaciones Ofcom, Richard Hooper, quién a petición del Ejecutivo elaboró un informe en el que advierte de la necesidad de una "acción urgente" para proteger el servicio.
Se trata de una versión actualizada de otro informe que encargó en su momento el anterior Gobierno laborista, que tuvo que aparcar sus planes de privatizar parcialmente el servicio debido a la gran oposición pública.
El informe de Hooper sostiene que la posición financiera de Royal Mail ha empeorado desde que se redactó el primer informe y que el déficit de 10.000 millones de libras en las pensiones de la compañía es cada vez más insostenible.
Por eso, Hooper aconseja una inyección de capital privado en el negocio y argumenta que eso podría facilitar la modernización del servicio postal.
Menos coste en el presupuesto
Por su parte, Cable ha recordado que Royal Mail afronta una serie de retos "letales", como la caída del volumen de correo, la baja inversión, la falta de eficiencia y una "nefasta" situación de las pensiones.
"Estamos decididos a proteger Royal Mail para el futuro y ayudarle a manejar esos desafíos, y lo haremos con una nueva legislación que esperamos que se apruebe en otoño", ha precisado Cable.
Además, el ahorro en inversión pública en el servicio postal rebajaría el déficit británico que ya ha tenido que aprobar otras duras medidas económicas como un plan de ajuste presupuestario y una subida del IVA hasta el 20%.
Unos planes que parecen que están dando resultado a la vista de la evolución de los datos de crecimiento del país, que tras la revisión del segundo trimestre subió una décima hasta el 1,2%.
Los sindicatos se oponen
El plan del ministerio de Empresa no ha sido bien recibido por el sindicato Communications Workers Union, donde ya han advertido sobre posibles medidas de fuerza para "luchar contra la privatización".
Su secretario general, Billy Hayes, ha señalado que la privatización es "una vieja política errónea" que, a su juicio, lo único que ha aportado al Reino Unido ha sido "trastornos en los servicios públicos y precios astronómicos para los consumidores".
Hayes ha considerado que la privatización será "devastadora" para Royal Mail y ha recordado que la universalización del servicio postal durante 170 años ha sido un elemento clave en la historia del Reino Unido.
"La medida dañará el servicio que se presta a todos los consumidores, especialmente a millones de pequeñas empresas, lo que potencialmente será perjudicial para el conjunto de la economía británica", insistió el líder sindical.