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La victoria de la reforma constitucional refuerza a Erdogan de cara a las elecciones de 2011

  • El horizonte europeo sigue lejos a pesar de la aprobación de la reforma
  • Alemania y Francia prefieren un "acuerdo preferencial" con Ankara
  • La Fiscalía ha recibido las primeras demandas para juzgar a los golpistas

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Con la aprobación de la reforma constitucional, el primer ministro turco Tayyip Erdogan ve reforzadas sus posibilidades de ser reelegido.
Con la aprobación de la reforma constitucional, el primer ministro turco Tayyip Erdogan ve reforzadas sus posibilidades de ser reelegido.

La aprobación de la reforma de la Constitución en Turquía ha sido celebrada por el partido gobernante, el AKP del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, como un claro impulso a sus posibilidades de renovar su mandato -que ya sería el tercero- en las elecciones de 2011.

Tan pronto como ha proclamado la victoria del 'sí' a reformar la Constitución con un 58% de los votos, los peores temores del electorado secularista han renacido por su natural desconfianza al partido de raíces islámicas.

Los opositores temen que un envalentonado AKP ponga en marcha una agenda islamista oculta si gana de nuevo en las próximas elecciones de julio, aunque Erdogan ha negado cualquier plan para  hacer retroceder el secularismo oficial de Turquía.

Los turcos han aprobado en reférendum una reforma de la Constitución , aunque algunos de los cambios que promueve han creado una gran controversia.

El gobierno de Erdogan se ha ganado el voto de muchos turcos con su campaña para ingresar en la Unión Europea y un período de crecimiento económico sin precedentes gracias a la puesta en marcha de reformas que han transformado a Turquía en la estrella de los mercados emergentes.

El horizonte europeo de Turquía

La UE y EE.UU. también han celebrado el resultado del referéndum al considerarlo como un activo en el camino de la integración de Turquía como un país comunitario.

El ministro de Asuntos Exteriores español ha valorado la victoria como "una clara señal de la vocación europea de Turquía", mientras su homólogo sueco, Carl Bildt ha asegurado "que esto les abre la puerta de Europa".

Sin embargo, el país euroasiático es consciente de que cuenta con el recelo de Alemania, Francia o Austria, que prefieren la opción de una "asociación privilegiada" con Ankara.

Con la oposición de los líderes comunitarios más poderosos, Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, es probable que la adopción de reformas constitucionales sean insuficientes para desatascar las negociaciones de adhesión a la UE que Turquía lleva a acabo. 

"Yo no creo que vayan a cambiar las cosas. Las posiciones de varios estados clave de la UE como Alemania o Francia se habían endurecido en la cuestión de la adhesión", ha subrayado José Ignacio Torreblanca, analista del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Juicio a los golpistas

Por otro lado, este lunes, apenas horas después de que se aprobara el referéndum, la Fiscalía turca ha recibido las primeras demandas para juzgar al general Evren y a los responsables del golpe militar de 1980, apenas horas después de que un referéndum aprobado por la mayoría de los ciudadanos del país abra esa posibilidad.

Una de las enmiendas aprobadas incluye la  abolición del artículo 15 de la Carta Magna, que eximía de cualquier  responsabilidad penal a los líderes del golpe de Estado.

Erdogan ha subrayado en su primer discurso tras conocer los resultados que  "ha perdido la mentalidad golpista",  y ha subrayado que las medidas harán al  país más democrático, una opinión compartida por la Comisión Europea,  que ha apoyado la mayoría de las enmiendas.

Algunos expertos legales indican que a pesar de abolirse el artículo  15 que abre la posibilidad de juzgar a los golpistas, no se les podrá  perseguir porque ya han pasado 30 años y sus delitos han prescrito.

Las demandas recibidas por la Fiscalía exigen que se juzgue al general retirado Kenan Evren, quien dirigió el golpe de Estado de 1980 y fue presidente de Turquía hasta noviembre de 1989, además de a sus directos colaboradores, informan los medios turcos.

Evren lideró el golpe militar que en 1980 derrocó el Gobierno democrático del conservador Suleimán Demirel, justificando la medida con la lucha contra terrorismo, y emprendió una represión que llevó a decenas de miles de personas a la cárcel.

En las cárceles turcas murieron 171 personas por las torturas a las que fueron sometidas y se ejecutó a otro medio centenar en virtud del artículo 146 del Código Penal, que prevé la pena de muerte para quienes, de forma laxa, "atentan contra el Estado".