La tela de araña más grande del mundo
- Mide más de 25 metros de largo
- Es de una especie recién descubierta en Madagascar
- Es tan grande que puede capturar hasta 30 presas a la vez
La telaraña más grande del mundo está en Madagascar y mide 25 metros de largo y casi 3 metros cuadrados. Su autora es la 'araña de la corteza de Darwin' (Darwin's bark spider), una especie recién descubierta por los científicos.
Al margen de ser una telaraña gigante, está elaborada con un material muy resistente, lo que les permite capturar hasta 30 presas -insectos- a la vez.
Esta 'araña de la corteza de Darwin', habitualmente teje sus redes por encima de los río, de orilla a orilla para poder atravesarlos, y el centro de la red lo sitúan sobre el río, porque suele ser lugar habitual de paso de muchos insectos, según recoge la revista PlosOne.
"Construyen el centro de la telaraña suspendido directamente encima del río o de un lago, un hábitat que ninguna otra araña puede usar", señala el Profesor Ingi Agnarsson, director del Museo de Zoología en la Universidad de Puerto Rico, y uno de los científicos que participó en el estudio.
Así pueden atrapar los insectos que vuelan sobre el agua, y eso sirve para explicar por qué la red es tan larga; para poder llegar de una orilla a otra. Por eso alcanzan distancias de hasta 25 metros.
Biomaterial extraordinario
Una distancia que sólo se puede sujetar gracias a un material muy resistente, capaz de aguantar el propio peso de la tela de araña y la de cualquier presa que capture.
La mayor parte tienen que reconstruir el centro de sus telarañas casi a diario, porque los impactos de los pájaros y la fuerza del agua, las obligan a recomponer sus 'trampas mortales', señala la BBC.
Lo que los científicos nos son capaces de explicar es cómo hacen para tejer la tela encima del agua, y cómo sujetan los extremos de las telarañas a los lados de los ríos. No obstante, sí han constatado que es uno de los biomateriales más extraordinarios del mundo.
"Combinan la fuerza con la elasticidad, por lo que son excepcionalmente resistentes, capaces de absorber tres veces más de energía antes de romperse que el material con el que se fabrican los chalecos antibalas", concluyen los investigadores.