Objetivo 4: Reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años
- La meta es factible si se aplican masivos programas de vacunación
- Hasta ahora solo ha bajado un 28% respecto al 90 frente al 66% propuesto
Ver también: Especial Objetivos del Milenio
El quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio tan sólo tiene una meta: reducir en dos terceras partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad de los niños menores de 5 niños. Un objetivo factible si se aplican masivos programas de vacunación, ya creados, pero necesitados de fondos.
"La vacunación es el sistema más efectivo y más inmediato de prevenir la muerte de menores. Está demostrado empirícamente. Es esencial que los líderes mundiales sean conscientes de ello y no desvíen su atención de este objetivo", señala la Alianza Mundial para la Vacunación y la Inmunización.
Cada año, 24 millones de niños no obtienen las vacunas contra las enfermedades más comunes, y 2,3 de ellos mueren de dolencias evitables como la difteria, la neumonía, la diarrea o la fiebre amarilla.
A este ritmo, no alcanzará la meta
La mortalidad infantil está disminuyendo, pero no lo suficientemente rápido como para alcanzar la meta. Desde 1990, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años en los países en desarrollo disminuyó un 28%, pasando de 12,5 millones de muertos en 1990 a 8,8 millones en 2008. Cada día mueren 10.000 niños menos que en 1990.
Los principales avances se produjeron en el Norte de África, Asia Oriental, Asia Occidental, América Latina y el Caribe y en los países de la Comunidad de Estados Independientes. Pero lo más sorprendente es el progreso logrado en algunos de los países más pobres del mundo como Bangladesh, Bolivia, Nepal, Mozambique o Níger.
A pesar de estos logros y del hecho de que la mayoría de las causas de muerte en niños son prevenibles o tratables, muchos países del África Subsahariana y el sur de Asia todavía tienen niveles inaceptablemente altos de mortalidad infantil y han hecho poco o ningún progreso en los últimos años. Más aún, entre los 67 países con altas tasa de mortalidad infantil (definida como 40 o más muertes por cada 1.000 niños nacidos vivos), sólo 10 están en vías de satisfacer la meta de ODM respecto a la supervivencia de niños.
Neumonia, diarrea, malaria y sida
La reactivación de la lucha contra la neumonía y la diarrea, junto con un refuerzo de la nutrición podría salvar a millones de niños.
En 2008, cuatro enfermedades -neumonía, diarrea, malaria y sida- fueron responsables del 43% de todas las muertes a nivel mundial de niños menores de 5 años. La mayoría de ellos podrían haber sido salvados con medidas de prevención y tratamiento de bajo costo, como antibióticos para infecciones respiratorias agudas, rehidratación oral para diarrea, vacunaciones, uso de redes para mosquitos tratadas con insecticida y administración de medicamentos para la malaria.
El control del sarampión podría ser efímero
El reciente éxito en el control del sarampión podría ser efímero si no se cumbren las interrupciones en el suministro de fondos. En todo el mundo la vacunación de rutina contra esta enfermedad han seguido aumentando y protege a millones de niños contra esta enfermedad que suele ser fatal. En 2008, la cobertura llegó al 81% de las regiones en vías de desarrollo.
Sin embargo, hay considerables desigualdades en el acceso a esta vacuna. La cobertura es menos en niños de hogares pobres o de áreas rurales, o en niños cuayos padres tienen niveles de educación más bajos. El hecho de tener muchos hemanos mayores también se asocia con una menor vacunación contra el sarampión. Las disparidades entre los sexos en cuanto a vacunación no son significativas, salvo en algunos países del sur de Asia.
Entre 2000 y 2008, la combinación de mejores rutinas de vacunación y la oferta de una segunda oportunidad de vacunarse logró una reducción del 78% en las muertes por sarampión en todo el mundo; de 733.000 muertes en 2000, se pasó a 164.000 muertes en 2008. Pero los recientes éxitos podrían ser efímeros.
Últimamente la provisión de fondos para las tareas de control del sarampión ha disminuido y muchos países se están enfrentado a interrupciones en el suministro de fondos para campañas de vacunación. Las proyecciones indican que sin activiades de vacunación suplementarias en dichos países, la mortalidad volverá a crecer rápidamente, lo cual entre 2010 y 2013 causará aproximadamente 1,7 millones de muertes relacionadas con el sarampión.