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Las tropas británicas ceden a EE.UU. el control de la mortífera región de Sangin en Afganistán

  • Ha sido el escenario de casi un tercio de las muertes de británicos
  • Los casi 1.000 soldados británicos se desplegarán por otras zonas de Helmand

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Los soldados británicos dejarán de patrullar el letal distrito de Sangin, en Afganistn.
Los soldados británicos dejarán de patrullar el letal distrito de Sangin, en Afganistn.

El Ejército británico ha entregado la responsabilidad de uno de los distritos más violentos del sur de Afganistán a las fuerzas estadounidenses, según han informado el Ministerio británico de Defensa este lunes.

Sangin, en la provincia sureña de Helmand, ha sido el escenario de casi un tercio de las 337 muertes de soldados británicos desde que comenzara el conflicto en 2001.

"Las fuerzas británicas han prestado servicio en Sangin en los  últimos cuatro años y deberían estar muy orgullosas por todo lo que han  conseguido en una de las áreas de mayor desafío en Afganistán", afirma el ministro de Defensa británico, Liam  Fox, en un comunicado divulgado este lunes.

A partir de ahora, los aproximadamente 1.000 soldados británicos desplegados en Sangin serán destinados a otras regiones del centro de Helmand, mientras que los estadounidenses se harán cargo dle norte y el sur.

"El nivel de sacrificio ha sido alto y no deberíamos nunca olvidar a  los muchos soldados valientes que han perdido la vida en la búsqueda del  éxito de una misión internacional firmemente arraigada en nuestra  seguridad nacional en el Reino Unido", agrega Fox en el comunicado.

El verano más mortífero para las tropas

El traspaso fue anunciado a principios de este año por el Ministerio de Defensa, que explicó que la medida representa un intento de reequilibrar las fuerzas extranjeras en Afganistán de manera más equitativa entre la población local a medida que más tropas estadounidenses avanzaban en el territorio.

Los últimos meses han sido los más mortíferos para los 150.000 soldados de la OTAN que, bajo la dirección de EE.UU. lucha contra Al Qaeda y la insurgencia talibán mientras la presión para que se retiren del conflicto afgano va en aumento.