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Cibeles se viste de campo

  • Alma Aguilar o Devota y Lomba presentan diseños inspirados en la naturaleza
  • Este martes también han desfilado Hannibal Laguna, Angel Schlesser o Verino

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Por
Torreta, Schlesser, Verino y Ocáriz en la Pasarela Cibeles

Está claro, el próximo verano nos vamos al campo. Alma Aguilar los dibuja con tímidas florecillas en vestidos lady que contrastan con chaquetas de aire ecuestre que terminan en escaleras de volantes que se solapan, como pétalos. Malvas, verdes agua y rosas difuminados colorean vestidos románticos que llevan amplios volúmenes en las faldas y mangas. Los estampados  jardinera, mezcla de rayas y flores, son originales y coquetos, como los tocados tipo Ascot.

Del campo británico al jardín italiano de Devota&Lomba. Un estallido de color en verdes y azules alegra la pasarela con estampados florales, siluetas drapeadas y cascadas de volantes en horizontal con efecto branquia. Todos los vestidos están muy trabajados con asimetrías, con atrevidas mezclas de texturas y colores, y siempre distintos por delante y por detrás. Increíble uno con efecto garabato.

Hannibal Laguna colorea en lila su estudio del modelo cocktail en el que destaca su abanico de escotes: palabra de honor, escote lazo y escote flor, siempre perfectos y con tejidos regios que construyen una silueta muy definida. Menos festiva que en otras ocasiones, la colección se adentra en los salones de costura fina y corte al bies. Recuerdos de los 50 viajan en el tiempo hasta hoy y recogen en el camino los perfumes de las divas de la historia del cine. Su línea nocturna se vive en negros, en solitario o estampado sobre blanco. También en burdeos para diseños con  cuerpo, aroma, equilibrio y carácter. Moda Gran Reserva.

Roberto Torreta estudia y saca sobresaliente. Su colección es la proyección del perfecto armario de la mujer urbana, segura y con un ligero toque de sofisticación. Huyendo de las estridencias, Torreta pinta en rojos y oliva vestidos con movimiento que dejan paso a otros de inspiración griega con largas faldas que llegan a suelo. Hasta la diosa de la elegancia, Nieves Álvarez, bajó del olimpo para lucirlos sobre la pasarela.

Otro exponente el "chic" español es Ángel Schlesser que ha utilizado los colores para resaltar la estructura de cada prenda. La gama de blancos ofrece diferentes texturas y los rojos coral realzan vestidos de formas curvilíneas en contraste con sastres y chaquetas masculinas. Despojadas de ornamentos y apliques, las prendas llaman la atención por la riqueza del trazo, el gusto del dibujo y la calidez de la costura. La rúbrica, elegante y firme, en negro, claro.

La colección de Roberto Verino es amplia y generosa. Hipnotiza con fugas de líneas y dibujos op-art, seduce con detalles lenceros y muestra su lado mas feroz con estampados salvajes. Rojos y azules se cuelgan del armario como en su colección para este invierno, pero también lo hacen rosas, marrones y un azul muy alegre. El blanco salpica la colección hasta explosionar convertido en un radiante modelo asimétrico con transparencias, algo así como la representación de un haz de luz.

Femenino y singular.

El desfile de Miriam Ocariz apuesta por chaquetas de grandes hombreras en malva que combina con elegancia con un verde agua y un turquesa. Su instinto la lleva por la senda de los tonos lavados, pasteles y sencillos. En cambio no lo es su colección en la que llaman la atención sus pantalones estampados y las prendas de facturación perfecta que ella ha soñado en blanco y negro.