Berlusconi, en 1977: Un empresario 'de armas tomar'

• La fotografía fue tomada en 1977 y su autor no sabía quién era Berlusconi
• Era un momento en el que la mafia tenía mucho poder

La imagen de Berlusconi tomada por el fotógrafo Alberto Roveri en 1977

Si sólo se mira por encima, puede pasar por el retrato de un gánster de los años 70 o, incluso, de un jefe de la mafia. Pero no, este hombre de mirada desafiante y con una pistola sobre la mesa, una Magnum 357, es el primer ministro italiano Silvio Berlusconi.

El retrato fue tomado en el año 1977, cuando Berlusconi era un empresario emergente y se ha encontrado entre los trabajos del fotógrafo Alberto Roveri, según recoge el diario L'Espresso.

Como en las películas

La existencia del arma detrás del primer ministro, puede relacionarse con la amenaza que pesaba sobre los grandes mandatarios ya que la mafia italiana contaba con un gran poder y suponía un alto riesgo para los líderes de entonces. De hecho, Berlusconi, que ya apuntaba maneras, contrató a un agente personal para que le protegiera.

La fotografía ha salido a la luz debido a que el fotógrafo quería pasar su colección a formato digital y así se encontro la pieza. El propio fotógrafo ha confesado al diario italiano que en el momento en el que la tomó, no le gustó el resultado.

"Cuando la tomé me di cuenta de que me había dejado la pistola encima de la mesa, además, el ángulo desde el que le fotografié tampoco me convencía por lo que la deseché", explica el fotógrafo.

Roveri también cuenta que no sabía quién era Berlusconi y que fue su jefe el que le anticipó la importancia que tendría más adelante. En ese momento iba a comprar un periódico y una cadena de televisión y le dijo "Vas a ver como se habla de él durante mucho tiempo".

Amenaza de la mafia

El día que la fotografía vio la luz, el diario L'Espresso describió el arma como algo "pequeño y potente", que es lo que mucha gente dice de Berlusconi, y añadía que era un "hombre de negocios que sabía cómo defenderse".

De hecho, Roveri agrega en su entrevista que "cuando terminamos me invitó a almorzar, pero antes de salir de se oficina, sacó dos armas de fuego y dijo que una era para él y otra para su conductor.

"Al verme tan sorprendido me preguntó: ¿Tiene usted alguna idea de cómo muchos industriales están siendo secuestrados en este momento? ".