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Bruselas confirma que varios ex comisarios siguen cobrando pese a tener otro trabajo

  • Tienen derecho a cobrar parte de su sueldo hastra 3 años después
  • Muchos son ahora directivos o ministros de gobiernos europeos

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Diecisiete ex comisarios europeos cobran a día de hoy una compensación mensual de las arcas comunitarias tras haber dejado su puesto en Bruselas, un pago que tiene como fin darles tiempo para obtener un nuevo trabajo sin caer en conflictos de intereses con su antiguo cargo.

Así lo ha explicado este jueves el portavoz de Administración del Ejecutivo comunitario, Michael Mann, después de que el diario Financial Times Deutschland publicase una información al respecto que ha reabierto en Bruselas el debate sobre los sueldos de los altos cargos comunitarios.

Según el reglamento en vigor, un comisario que deja su cargo tiene derecho durante tres años a recibir una compensación -en función del tiempo que pasó en Bruselas- de entre el 40 y el 65% del salario.

La idea es que ese pago mensual le sirva para "facilitar su reinserción en el mercado laboral", ha indicado este jueves Mann.

Pensión pese a tener trabajo

La compensación, sin embargo, continúa aunque el antiguo miembro de la CE encuentre un nuevo empleo, pero se ajusta su cuantía de manera que entre ese beneficio y su nuevo salario el total nunca supere lo que cobraba como comisario.

El sueldo básico de un miembro del Ejecutivo comunitario supera los 20.200 euros brutos mensuales, a lo que se suman extras por la residencia en Bruselas, cargas familiares y gastos de representación. El de un vicepresidente aumenta hasta unos 22.500 euros y el del presidente a 25.000.

Según la información del Financial Times Deutschland, el ex comisario de Mercado Interior, el irlandés Charlie McCreevy, por ejemplo, seguiría cobrando unos 11.000 euros mensuales de las arcas comunitarias a pesar de trabajar en la junta directiva de la aerolínea Ryanair.

La mayor parte de los miembros del anterior equipo de José Manuel Durão Barroso están ya trabajando en el sector privado u ocupan otros cargos políticos, caso del ex comisario de Justicia e Interior y actual ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, o de la antigua responsable de Política Regional, Danuta Hübner, ahora eurodiputada.

La CE no ha querido confirmar la situación individual de ninguno de los ex comisarios, pero ha confirmado que la mayor parte de los miembros del anterior Ejecutivo comunitario que no continúan en él están recibiendo una compensación.

Entre los que no lo hacen figuran la sueca Margot Wallström, la austríaca Benita Ferrero-Waldner y el alemán Günter Verheugen, quien ha iniciado su propia compañía especializada en asuntos europeos.

Código ético

Este caso se encuentra bajo análisis del comité de la CE encargado de velar por el cumplimiento del código ético al que están sometidos los comisarios, para que no caigan en conflictos de intereses.

Ése código de conducta obliga a los ex comisarios a recibir luz verde de Bruselas para comenzar una nueva actividad profesional tras abandonar el Ejecutivo comunitario. Por ahora, ninguna solicitud ha sido denegada, según ha explicado Mann.

La CE tiene intención de revisar su código de conducta, que podría extenderse en el futuro a otras instituciones comunitarias no cubiertas por el mismo.

En los últimos meses, varias organizaciones pro transparencia han denunciado posibles conflictos de intereses de antiguos miembros de la Comisión, que trabajan ahora para bancos, multinacionales o empresas dedicadas al "lobbying".