Teresa Lewis afronta sus últimas 24 horas en el corredor de la muerte de Virginia
- Fue condenada por la muerte de su esposo y su hijo político
- Será ejecutada por inyección letal esta noche
- Tiene un bajo coeficiente intelectual, que roza el límite legal
Para Teresa Lewis el futuro no tiene más de 24 horas. Las que le quedan para ser ejecutada en el estado de Virginia después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. rechazara este jueves la petición de clemencia presentada por sus abogados.
De momento, aguarda en una celda sin ventanas.
Y su único elemento con el que reconfortarse es su fe. Así lo ha asegurado en una conversación telefónica con la estación WTVR de televisión local en Greenesville, en la que Lewis manifestó que le hacen sentirse bien su fe y el canto de himnos religiosos.
"Tengo la esperanza de que algo cambiará... pero si he de ir junto a Jesús, sé que será lo mejor", declaró entonces.
Primera ejecución en casi un siglo
Lewis se convertirá dentro de unas horas en la primera mujer ejecutada en el país desde 2005, pese a las protestas por su supuesta discapacidad mental y a las casi 4.000 peticiones de clemencia, la mayoría de grupos de salud mental, pero también de representantes de la Unión Europea e incluso del escritor John Grisham.
La apelación ante el Supremo, el último recurso que le quedaba para escapar a la inyección letal, ha sido descartada después de que sólo Sonia Sotomayor y Ruth Ginsburg, dos de los nueve miembros del tribunal, votaran a favor, según ha indicado a la prensa local un portavoz de la máxima corte.
El gobernador de Virginia, Robert McDonnell, negó por su parte el pasado viernes la indulgencia a Lewis, que será ejecutada a las 9 de la noche hora local (03:00 de la madrugada del viernes en la España peninsular) en el centro correccional de Greensville, en la localidad de Jarratt, donde está presa.
La de Lewis será la primera ejecución de una mujer en Virginia en casi un siglo, desde 1912, y la duodécima en Estados Unidos desde que se restauró la pena de muerte, en 1976.
Se declaró culpable de un doble asesinato
Su sentencia, emitida en 2003, desató una intensa campaña. Los defensores de Lewis, una de las 53 mujeres que se encuentran en el corredor de la muerte en Estados Unidos, alegan que su coeficiente intelectual, de 72, roza el límite legal, situado en 70, según el cual una ejecución es inconstitucional.
Lewis, de 41 años, fue condenada tras declararse culpable de ordenar a dos hombres, uno de ellos su amante, que asesinaran a su marido y a su hijo político en 2002.
Según la acusación, ella misma planeó el crimen a sangre fría y con el objetivo de quedarse con el dinero del seguro de vida, lo que le confiere una mayor responsabilidad sobre los homicidios que a los autores materiales, condenados a cadena perpetua.
Los abogados denuncian que la mujer padece además un trastorno de personalidad que la hace dependiente, y han presentado una carta en la que uno de los dos hombres acusados reconoce que manipuló a Lewis para convencerla de que había que asesinar a su marido.
Bajo coeficiente intelectual
En un artículo de opinión publicado en el Washington Post la semana pasada, el novelista John Grisham considera que el juez que la sentenció "creyó erróneamente" que Lewis tenía la capacidad suficiente para ser la mente pensante en un doble homicidio, lo que demuestra que "en Virginia, la ley apenas es consistente".
El gobernador de Virginia, republicano y defensor de la pena de muerte, señaló que, tras leer todos los documentos enviados por los abogados, no vio razones para concederle clemencia, dado que "ningún médico ha concluido que padezca retraso mental".
"La pregunta para mí era: ¿hay algo que pueda suponer un error judicial al permitir que la ejecución siga adelante? No encontré ninguna razón convincente", escribió el gobernador en un documento judicial, según el Washington Post.
Hasta el momento, en 2010 se ha ejecutado a 38 personas en todo el país, dos de ellas en el estado de Virginia.