EE.UU. ejecuta a la primera mujer desde 2005
- Es la duodécima mujer ejecutada en EE.UU. desde que se restauró la pena capital
- Sus abogados mantenían que rozaba el límite legal de retraso mental
Teresa Lewis, la mujer considerada deficiente metal y que estaba condenada a muerte en Estados Unidos, ha sido ejecutada por inyección letal en el estado de Virginia, según ha anunciado responsable de la penitenciaría citado por AFP.
Lewis, de 41 años, fue ejecutada a las 9 de la noche hora local (01:00 GMT del viernes), como estaba previsto, tras pasar su último día en una celda sin ventanas, vigilada exclusivamente por mujeres, y reunirse con sus abogados, su hijo, su hija y su nieto de un año.
Lewis es la duodécima mujer ejecutada en Estados Unidos desde que se restauró la pena capital, en 1976, y la primera en el país desde que el estado de Texas aplicó la inyección letal en 2005 a Frances Newton, condenada por el asesinato de su marido y sus dos hijos.
La condenada, que repitió a los medios que lamentaba profundamente sus crímenes, se convirtió en los últimos años en consejera para otras mujeres en la prisión de Fluvanna, donde ha estado recluida hasta el sábado.
Horas antes de su ejecución, Lewis explicó a la emisora de televisión local WTVR que se encontraba reconfortada por su fe y por el canto de himnos religiosos. "Tengo la esperanza de que algo cambiará. Pero si he de ir junto a Jesús, sé que será lo mejor", declaró.
Discapacidad mental
La condenada ha sido ejecutada pese a las protestas por su supuesta discapacidad mental y a las casi 4.000 peticiones de clemencia, la mayoría de grupos de salud mental, pero también de representantes de la Unión Europea e incluso del escritor John Grisham.
Sus abogados mantuvieron hasta el último momento que su coeficiente intelectual, de 72, rozaba el límite legal del retraso mental, situado en 70, lo que le impedía planear una estrategia asesina y la convertía en víctima de la manipulación de uno de los autores materiales del crimen.
La apelación ante el Supremo, el último recurso que le quedaba para escapar a la inyección letal, fue descartada después de que sólo Sonia Sotomayor y Ruth Ginsburg, dos de los nueve miembros del tribunal, votaran a favor, según ha indicado a la prensa local un portavoz de la máxima corte.
El gobernador de Virginia, Robert McDonnell, negó por su parte el pasado viernes la indulgencia a Lewis. La de Lewis será la primera ejecución de una mujer en Virginia en casi un siglo, desde 1912, y la duodécima en Estados Unidos desde que se restauró la pena de muerte, en 1976.
Confesión
Su sentencia, emitida en 2003, desató una intensa campaña. Los defensores de Lewis, una de las 53 mujeres que se encuentran en el corredor de la muerte en Estados Unidos, alegan que su coeficiente intelectual, de 72, roza el límite legal, situado en 70, según el cual una ejecución es inconstitucional.
Lewis, de 41 años, fue condenada tras declararse culpable de ordenar a dos hombres, uno de ellos su amante, que asesinaran a su marido y a su hijo político en 2002.
Según la acusación, ella misma planeó el crimen a sangre fría y con el objetivo de quedarse con el dinero del seguro de vida, lo que le confiere una mayor responsabilidad sobre los homicidios que a los autores materiales, condenados a cadena perpetua.
En un artículo de opinión publicado en el Washington Post la semana pasada, el novelista John Grisham considera que el juez que la sentenció "creyó erróneamente" que Lewis tenía la capacidad suficiente para ser la mente pensante en un doble homicidio, lo que demuestra que "en Virginia, la ley apenas es consistente".
El gobernador de Virginia, republicano y defensor de la pena de muerte, señaló que, tras leer todos los documentos enviados por los abogados, no vio razones para concederle clemencia, dado que "ningún médico ha concluido que padezca retraso mental".