Gordon Brown ofrece su apoyo incondicional a Ed Miliband, nuevo líder laborista
- El ex primer minsitro asume toda la responsabilidad por el descalabro electoral
- Emplazó a que el Partido laboralista ahora mire al futuro
El ex primer ministro británico Gordon Brown ha ofrecido su apoyo "total, inequívoco e incansable" al nuevo dirigente del Partido Laborista, Ed Miliband, y ha asumido "toda la culpa" por la derrota electoral en las elecciones generales del 6 de mayo.
En una comparecencia ante una audiencia abarrotada minutos antes del anuncio del nuevo líder laborista en un congreso celebrado en Manchester (norte de Inglaterra), el ex jefe del Ejecutivo dijo que hoy era "un día de reflexión y renovación" para esa formación política.
"Estoy aquí hoy no tanto para ceder mi puesto como líder de vuestro partido, sino para renovar mi compromiso con el partido como un miembro más", afirmó Brown, quien anunció su dimisión el pasado 11 de mayo después de que los comicios configuraran un Parlamento sin mayoría absoluta que forzó la coalición entre conservadores y liberal demócratas.
Brown declaró que lejos de "alejarse" de su responsabilidad por lo ocurrido en los anteriores comicios, asumía "la total responsabilidad" por el fracaso electoral. "Asumo en solitario toda la culpa. Y es bueno que este partido salga de aquello en lo que es peor: el juego de las culpas, y se meta en aquello que se le da mejor: los asuntos del futuro", dijo.
El ex dirigente laborista afirmó que el nuevo líder -cuyo nombre se dio a conocer minutos después de esta intervención- contaría su todo su respaldo.
"En todos los meses y años venideros, no me encontrarán, ni ahora ni nunca, haciendo otras cosas que apoyando al equipo laborista", manifestó.
En otro momento de su discurso, el ex "premier" quiso rendir tributo a Harriet Harman, quien asumió la jefatura provisional del laborismo tras la dimisión de Brown.
El ex primer ministro también tuvo palabras de agradecimiento para ex líderes de su partido como John Smith, Neil Kinnock y su predecesor, Tony Blair.