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La lucha por el liderazgo del laborismo, la 'telenovela' de los Miliband

  • David y Ed Miliband, los favoritos
  • El objetivo de los dos, aseguran, 'devolver el brillo al laborismo'

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Ed Miliband (i) junto a su hermano David (d)
Ed Miliband (i) junto a su hermano David (d)

Dos hermanos compiten por el liderazgo del partido Laborista británico que, tras 13 años del poder, ha visto como la coalición de David Cameron y Nick Clegg terminó con su continuidad en el gobierno. Cada uno de ellos supone la continuidad de dos figuras que despiertan distintos sentimientos entre los británicos. Uno es fiel a Tony Blair. El otro, a Gordon Brown.

Son David y Ed Miliband, de 45 y 40 años respectivamente. Los dos son los favoritos para liderar lo que todos buscan en el partido: una nueva era con la que dejar atrás el mal trago que pasaron en las elecciones del pasado 7 de mayo.

De momento, y pese a las especulaciones, los dos han afirmado que su vínculo fraternal es "indestructible" y sobrevirá a las elecciones de este sábado. Una cita entorno a la que se ha creado una trama que, cuanto menos, es digna de una telenovela.

La batalla fraternal

Y es que, tal y como afirma el director de la Sociedad de Investigación Fabian, Tim Horton, los ingredientes de esta elección son más que interesantes: "Había una gran batalla entre Blair y Brown y ahora tenemos dos hermanos, uno de los cuales era asesor de Tony Blair y el otro del gabinete de Gordon Brown. Es casi demasiado bueno para ser cierto".

Pero la enemistad de sobra conocida entre Balir y Brown no se extiende a los Miliband. "David es mi mejor amigo", aseguraba Ed al hacer pública su candidatura. Además, los dos protagonistas reiteran que esta votación no les va a separar y tratan de desviar la atención de su vínculo familiar y centrarla en sus propuestas para renovar el partido.

El mayor de los dos hermanos, David, propone seguir la línea de Tony Blair y sus políticas centristas que éste trajo al partido y, de este modo, intentar recapturar a los votantes moderados de la clase media.

Tal y como declaraba a la BBC: "Quiero reconstruir el laborismo y convertirlo en el campeón del cambio social y económico. Frente a la colación, lo que quiero es lograr una gran fuerza conciliadora de la opinión de centro izquierda del país".

Con todo, este candidato cuenta con un gran prestigio en la clase política (ha recibido elogios, entre otros, de la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton) y, de momento, parece haberse ganado a los legisladores de su partido.

Tenemos dos hermanos, uno de los cuales era asesor de Tony Blair y el otro del gabinete de Gordon Brown. Es casi demasiado bueno para ser cierto

Junto a Ed, asistió a una escuela pública del norte de Londres y los dos estudiaron lo mismo en Oxford pero, pese a estas similitudes, de su hermano menor se dice que su ideología "es más de izquierdas".

De hecho, Ed Miliband ha basado su campaña en el cambio climático y las libertades civiles. Frente a su hermano, de mayor experiencia, ha "traido frescura a la clase política", según afirman miembros de su partido.

El protegido de Brown aboga por aumentos del salario mínimo y de los impuestos a los contribuyentes de mayores ingresos y a los bancos. Estas medidas le han valido el apoyo mayoritario de los sindicatos.

Más allá de los Miliband...

Pero, pese a que los nombres de Ed y David sean los que más estén sonando, no hay nada decidido. Y en ello influye mucho el proceso electoral por el que se eligirá al sucesor de Brown.

Por mucho que se trate de precedir quién ganará, es algo muy complicado ya que participan legisladores y militantes del partido junto con 3,5 millones de trabajadores afiliados a sindicatos.

Por ello, no hay que descartar que alguna de las otras tres opciones del laborismo de la sorpresa.  Son Ed Balls, Andy Burnham y Diane Abbot.

El primero de ellos es el que parece tener más opciones. Ex ministro para la Escuela y la Infancia y las Familias, fue asesor e íntimo de Brown, pero cuenta con un carácter desabrido que no le hace popular entre muchos de sus compañeros de partido.

En el caso de la izquierdista Diane Abbott, cuanta a su favor con la experiencia de ser una militante veterana que se opuso a la invasión de Irak en el 2003.

Andy Burnham, ex secretario de salud, es una figura hasta cierto punto desconocida para los británico. Contra él juegan su aspecto juvenil y las críticas internas que ponen en duda su capacidad para asumir el liderazgo del partido.

Sea quien sea el elegido, deberá hacer frente a una difícil tarea: devolver al Laborismo el 'brillo' que le ha permitido permanecer 13 años en lo más alto.