Enlaces accesibilidad

Condenado a 14 años el miembro de Segi que alegó diseñar un explosivo de "borrachera"

  • La Audiencia condena a 14 años de prisión a Oier Urrutia
  • No se accede a la petición del fiscal de clausurar el bar que regentaba
  • Al tribunal, no le "plantea duda alguna" la pertenencia de Urrutia a Segi

Por

La Audiencia Nacional ha condenado a catorce años de prisión a Segi Oier Urrutia, que admitió haber hecho un esquema de un artefacto explosivo de "borrachera" para "hacer el tonto" en el bar Galtzagorri de Vitoria que regentaba en 2009.

Está condenado por pertenencia a organización terrorista y depósito de explosivos.

Así lo ha acordado la sección tercera de la sala de lo penal de este tribunal, que ha absuelto a David Hernández, que trabajaba como camarero en el local.

Ambos fueron detenidos en Vitoria y enviados a prisión por el juez Baltasar Garzón en abril de 2009 en una operación policial contra la violencia callejera de ETA.

También ha decidido no acceder a la petición del fiscal -que solicitaba 17 años de cárcel para ambos- de clausurar el local por considerarlo una "base logística" de la organización juvenil ilegalizada.

Hechos probados

Los magistrados consideran probado que sobre las 20:00 horas del 1 de abril de 2009, la Policía Judicial inspeccionó el bar Galtzagorri, regentado desde junio de 2008 por el condenado y a cuyo frente se encontraba aquel día Hernández en ausencia del anterior y en "condición de camarero".

"20% de queroseno sólido, 45% de pólvora, 30% de metralla y temporizador con pilas eléctricas"

Durante el registro, los agentes hallaron una talla de madera con una pegatina de ETA, 30 petardos de distintas clases, dos tirachinas, un puño americano y la pistola de gas, 19 fotografías de presos de la banda y una de una interna de los Grapo, entre otros efectos.

Recuerdan además que en el domicilio de Urrutia, situado encima del local, intervinieron una libreta de color azul marino con el anagrama de ETA y en la que había un dibujo de un artefacto explosivo y las anotaciones "20% de queroseno sólido, 45% de pólvora, 30% de metralla y temporizador con pilas eléctricas".

Al tribunal, no le "plantea duda alguna" la pertenencia de Urrutia a Segi, ya que el acusado confesó la elaboración del citado esquema con las "proporciones adecuadas" de las sustancias "para la elaboración de un artefacto mixto tipo incendiario".

Se lo inventó en una borrachera

En el juicio, celebrado la pasada semana, Urrutia aseguró que se había inventado estas proporciones durante una "borrachera" y que las anotó de su "puño y letra" en la libreta, aunque "para nada" pretendía usarlo en una acción de violencia callejera.

Señala asimismo que, durante el juicio, Urrutia reconoció tener en el bar elementos pirotécnicos que, para la sala, son "característicos" de los empleados por los grupos Y a través de Segi.

Todo ello, recalca, "evidencia una vinculación y auténtico nexo con la banda u organización" Segi, "auténtico satélite de ETA que complementa la lucha armada mediante la realización de actos de terror".

No procede la clausura

Por el contrario, prosigue la sentencia, "no ha quedado demostrada la autoría" de Hernández en los hechos ya que, aunque sabía de la existencia de los elementos pirotécnicos y las fotografías en el local, no supone que "tuviera voluntad de destinarlos" a la confección de explosivos.

Los magistrados insisten en que al no quedar acreditado que en el local se desarrollaran "actividades de proselitismo o logística" para la organización terrorista y al tratarse de un bar que, "como otros muchos", denota "por su decoración la ideología del dueño y de la clientela", no procede su clausura.