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Ecuador amanece en calma y con la dimisión del jefe de la Policía por "no reprimir el golpe"

  • La policía ha vuelto a los cuarteles y los militares vigilan el Palacio Presidencial
  • El jefe de la Policía ha dimitido por su "incapacidad para reprimir el golpe"
  • Correa decreta tres días de luto nacional por los tres muertos en los incidentes

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Calma en Ecuador que sigue en estado de excepción

Tras vivir una de las peores crisis políticas de su historia reciente, Ecuador ha amanecido con relativa calma y con la primera dimisión de uno de los responsables por su "incapacidad para reprimir el golpe" , el jefe de la Policía, Freddy Martínez.

Mientras la normalidad vuelve lentamente a Quito y Guayaquil, las ciudades donde se registraron los mayores disturbios, el palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, cuenta con una destacada presencia militar.

En las inmediaciones del palacio presidencial, decenas de manifestantes respaldan al presidente Rafael Correa, que anoche llegó a la casa de Gobierno tras ser liberado por fuerzas especiales del Ejército y la Policía de un hospital donde permaneció 11 horas secuestrado en medio centenares de policías que protestaban contra la eliminación de incentivos profesionales, y que orquestaron su retención.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se ha dirigido a los policías y militares que han organizado una revuelta en el país. "Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", ha declarado Correa visiblemente exaltado al asegurar que su Gobierno seguirá "con una sola política de justicia, dignidad".

"Vinimos a apoyar al presidente de la república. Lo de ayer fue catastrófico para el país", ha afirmado Luis Coronel, de 55 años, que viajó durante la madrugada desde Santa Elena, a 500 kilómetros de Quito, con otros 30 vecinos de esa localidad.

Se mantiene el estado de excepción

Al otro lado de la ciudad, en el hospital de la policía de donde fue rescatado Correa, la luz del día reveló los restos de la violencia del día anterior: puertas y sillas rotas, agujeros de bala en ventanas y paredes, y manchas de sangre. El suelo de la entrada al hospital estaba totalmente cubierto de pequeños pedazos de vidrio, al igual que otras zonas del edificio, donde muchas personas aseguran haber pasado este jueves "por una las peores experiencias" de sus vidas.

Tras la tempestad, este viernes toca hacer balance de lo ocurrido. El ya ex jefe de la policía, Freddy Martínez  ha asegurado que sospecha que en las protestas hubo infiltrados externos que no eran policías y que llevaban el rostro cubierto. Correa, por su parte, ha apuntado a personas vinculadas con el ex presidente Lucio Gutiérrez como instigadores de la sublevación policial, pero éste lo ha negado.

Rafael Correa ha tomado de nuevo el control del Gobierno, que ha decretado el estado de excepción. Es la crisis más grave desde que llegó a la presidencia del país hace casi tres años. Correa no ha dudado al hablar de Golpe de Estado ni al señalar al ex presidente Lucio Gutiérrez como instigador de la intentona. (01/10/10)

Martínez ha presentado su renuncia porque  "un comandante irrespetado, maltratado, agredido por sus subalternos no puede quedarse al frente de ellos", según señalo en una rueda de prensa.

 Los aeropuertos, que quedaron en manos de los sublevados durante unas horas,  funcionan con normalidad, aunque se mantiene el estado de excepción, cuya declaración puso el jueves en manos de las fuerzas armadas la seguridad interna y externa, y las escuelas del país siguen con las puertas cerradas.

Tres días de luto por las tres muertes

El presidente Correa ha decreatado tres días de duelo nacional por la muerte de tres personas en la crisis que estalló este jueves, tras las protestas de policías de tropa que rechazaban la eliminación de incentivos profesionales, según ha informado este viernes el ministro del Interior, Gustavo Jalkh.

En rueda de prensa, Jalkh ha confirmado que en los enfrentamientos murieron un policía, un militar y un civil. Jalkk ha señaladao, además, que se ha designado al general Patricio Franco en reemplazo de Freddy Martínez en el cargo de comandante general de la Policía.