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Los Veintisiete siguen sin alcanzar un acuerdo sobre la tasa a la banca

  • Se estudia dos opciones, sobre la actividad y sobre las transacciones
  • No son excluyentes, pero no hay acuerdo sobre su aplicación ni su uso
  • Salgado afirma que la UE dejará "cierta flexibilidad" en su implantación

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REUNIÓN INFORMAL DE MINISTROS DE FINANZAS DE LA UE
El presidente de turno del Consejo Ecofin, el ministro belga de Finanzas Didier Reynders, encabeza la reunión informal de ministros de Finanzas de la UE.

El último intento de la Unión Europea de avanzar en la definición de nuevas tasas a la banca para financiar futuras crisis y contribuir a la lucha contra la pobreza ha terminado sin avances al respecto, durante la reunión este viernes de los ministros de Finanzas de la Unión Europea (Ecofin) en Bruselas.

Dos años después del estallido de la crisis financiera, los estados miembros sigue enzarzados en las discusiones sobre las distintas modalidades de gravamen y el destino del dinero recaudado, mientras algunos países han aprobado nuevos impuestos de manera unilateral.

El encuentro de este viernes, menos de un mes después del primer debate formal sobre el asunto en el Ecofin, ha acabado de nuevo sin "avances extraordinarios", según ha reconocido la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado.

Aunque la "prioridad es evitar que los distintos sistemas impositivos de los estados miembros provoquen una doble tasación" al sector, el semestre podría terminar sin acuerdo a este respecto, ha comentado el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders.

Dos tasas distintas

La Unión Europea trabaja, en principio, sobre dos posibilidades: un impuesto sobre las actividades bancarias y una tasa sobre las transacciones financieras internacionales (también conocida como Tasa Tobin), que en principio no son excluyentes.

El impuesto sobre las actividades financieras suscita más apoyos que la tasa sobre las transacciones, criticada porque podría provocar una deslocalización si no se logra un gran consenso internacional al respecto.

El presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, ha comentado que sería un gran error el que la Unión Europea decidiera poner en marcha de manera unilateral un impuesto de este tipo, mientras que Suecia ha alertado del riesgo de que produjera una reducción de la liquidez en el mercado.

El comisario de Fiscalidad y Unión Aduanera, el lituano Algirdas Semeta, presentará de todos modos un informe sobre la aplicación técnica de la tasa en octubre próximo, ante las peticiones desde distintos sectores para poner en marcha un gravamen así.

¿Qué se grava?

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el de Francia, Nicolas Sarkozy, abogaron por introducir una tasa sobre las transacciones financieras internacionales y destinarla a la lucha contra el hambre y la miseria, en la cumbre organizada recientemente por la ONU. "Ya saben que hay distintas opiniones en Europa sobre ello. Pero tenemos que hacer procesos técnicos por si un día es posible llegar a un acuerdo mundial", ha explicado Reynders.

Respecto a la tasa sobre las actividades financieras, aunque existe mayor optimismo en la UE, tampoco hay consenso sobre la base que se va a gravar ni el tipo imponible.

Francia y Reino Unido ya han anunciado sendos impuestos sobre las actividades bancarias, que destinarán a sus maltrechas arcas públicas, mientras que Alemania hará lo propio pero empleará lo recaudado en la creación de un fondo para hacer frente a futuras bancarrotas del sector. Ésta última es la opción preferida por la Comisión Europea, que en octubre próximo presentará una propuesta concreta sobre ello.

Flexibilidad de aplicación

Por su parte, la posición española es favorable a destinar la recaudación de un nuevo impuesto al presupuesto público, si finalmente es acordado en el seno de la UE, debido a que España ya cuenta con un fondo de garantía de depósitos.

España podría ingresar entre 490 y 1.905 millones de euros dependiendo del tipo de tasa que impusiera sobre las actividades financieras, según un reciente informe de la Comisión Europea (CE), que eleva esa cantidad hasta los 26.215 millones en el conjunto de la Unión Europea.

En todo caso, Salgado ha comentado que la Unión Europea dejará una "cierta flexibilidad a los países" para que decidan sobre la tasa bancaria y abogó por no ahogar al sector bancario con demasiados impuestos, pues su papel en la recuperación económica es esencial, como responsable de financiar a la economía real.