Enlaces accesibilidad

Lula se despide como presidente de Brasil con su sucesora como favorita

  • Todas las encuestas vaticinan la victoria de Dilma Rousseff en las elecciones
  • Casi 136 millones de brasileños tienen el derecho y el deber de votar

Por
Brasil celebra presidenciales con Rousseff como favorita

La jornada de votación transcurre en Brasil con absoluta calma en una mañana marcada por la lluvia en muchas partes del país,  lo que le resta el colorido tradicional que suele acompañar a los procesos electorales en el país.

No hay grandes aglomeraciones ni se espera que se registren incidentes destacables.  Un centenar de personas han sido detenidas por violar la prohibición de hacer propaganda electoral junto a los colegios. Lo cierto es que desde hace años Brasil vive los procesos electorales con absoluto civismo.

Son casi 136 los millones de brasileños con derecho y deber de votar, ya que el voto es obligatorio salvo para los jóvenes de 16 a 18 años y para los mayores de 70 años, para quienes es voluntario.

Se elige hoy presidente para los próximos cuatro años, pero también gobernadores en los 26 estados y el distrito federal de la federación brasileña, diputados al parlamento federal y a los parlamentos regionales y dos tercios del senado.

Una renovación política prácticamente completa aunque el interés y la mayor importancia radican en la elección presidencial.

Dilma Rousseff, favorita

Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), elegida como candidata por el presidente Lula, es la mejor situada para alzarse con el triunfo aunque se mantiene la incertidumbre de si lo logrará hoy o tendrá que haber una segunda vuelta.

Las últimas encuestas mantienen en el entorno del 50% la intención de voto a su favor. Para lograr el triunfo hoy necesitaría obtener, como mínimo, la mitad más uno de los votos, o de lo contrario tendría que celebrarse el 31 de octubre una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos más votados.

El segundo logar se lo otorgan los sondeos al candidato del Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB) y exgobernador del Estado de Sao Paulo, José Serra, con el 31%. La tercera y quien puede arañarle a Rousseff los votos que inclinen la balanza hacia arriba o hacia abajo es la candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, exministra de Lula, hoy enfrentada al presidente y al PT.

Más que la pregunta de quién será el próximo presidente,  las elecciones se han planteado como quién sustituirá a Luiz Ignacio Lula da Silva. Lula concluye su segundo mandato, tras ocho años en la presidencia, como el presidente más popular en la historia de Brasil. Su legado es elogiado por casi todos porque ha sabido colocar al país en la senda de una mayor justicia social.

Al depositar su voto Lula ha asegurado que "vivimos un momento extraordinario de consolidación de la democracia brasileña". El todavía presidente ha destacado ¿la madurez¿ política de Brasil y su impecable proceso electoral.

En tono jocoso, Lula ha recordado que era la primera vez desde hace décadas que su rostro no estaba en la pantalla de la máquina electrónica de votación, es decir, por primera vez no se presenta a ningún cargo electo.

Además de candidato en legislativas, Lula ha sido candidato en las últimas 5 elecciones presidenciales, perdió las tres primeras y ganó las dos últimas. La legislación brasileña le impide aspirar en esta ocasión a un nuevo mandato.

Son muchos los que elogian la forma de gobernar del presidente brasileño, marcada por un claro sentido de estadista, buscando incluir y no excluir.

El gobierno de Lula ha logrado reducir significativamente la pobreza y la exclusión. Aún así, queda trabajo porque más de la mitad de los doscientos millones de habitantes de Brasil son pobres. Y aunque se han registrado también avances en educación, todavía el sistema brasileño adolece de una escolarización precaria y de escasa calidad.

Otro de los legados de Lula es haber colocado política y económicamente a Brasil como la principal potencia latinoamericana y como una auténtica potencia mundial.  Se espera que si finalmente Rousseff se alza con la victoria lleve a cabo una política de continuidad y de profundización del proyecto de Lula.  

Así lo ha venido asegurando a lo largo de la campaña electoral. Y ella también puede hacer historia convirtiéndose en la primera mujer en llegar a la presidencia de Brasil.