El triunfo de un moderado en las presidenciales bosnias abre una nueva vía de entendimiento
- Haris Silajdzic, político ultranacionalista musulmán, ha perdido la copresidencia
- Su sustituto será Bakir Izetbegovic, hijo de un histórico presidente de la guerra
La victoria del político moderado musulmán Bakir Izetbegovic frente al nacionalista radical Haris Silajdzic en las elecciones para la copresidencia de Bosnia Herzegovina abre la opción a que el país salga de la parálisis en la que está sumido desde hace cuatro años por la rivalidad entre serbobosnios, croatas y musulmanes.
Tras el recuento del 92,2% de los emitidos, Izetbegovic hijo del histórico presidente bosnio durante la guerra, Alija Izetbegovic, ha logrado el 34,82% de los votos, diez puntos más que Silajdzic, cuyos apoyos electorales se han desplomado en comparación con su rotunda victoria en 2006.
Silajdzic, uno de los pocos políticos de la época de la guerra que sigue aún en activo, ha sido de los principales protagonistas del enfrentamiento entre los dos entes autónomos que forman el Estado bosnio, la Federación de musulmanes y croatas y la República serbobosnia.
Rechazo al discurso radical
Según el sistema de la República de Bosnia Herzegovina, el presidente es elegido en un régimen rotativo entre representantes de cada una de las minorías, musulmana, serbia y croata.
La victoria de Izetbegovic ha sido una sorpresa, ya que los sondeos de intención de voto otorgaban al actual presidente una cómoda victoria. Con esa perdida de apoyos, los bosnio musulmanes parecen haber dado la espaldas al discurso radical orientado en la defensa de una Bosnia centralizada y en despojar a los serbobonios de su autonomía.
Ese debate entre un Estado central fuerte, defendido por los políticos musulmanes, y una mayor autonomía, o incluso secesión, que respaldan los dirigentes serbobosnios, ha impedido hasta ahora cerrar las reformas constitucionales que exigen Estados Unidos y Europa y que Silajdzic bloqueó en 2006.
El analista Mile Lasic ha asegurado que Izetbegovic y los demás presidentes "deben cambiar la práctica de trabajo sin plataforma común".
"Silajdzic viajaba por voluntad propia por el mundo y expresaba posturas que no eran comunes, consensuadas, y por eso ha sido castigado en estas elecciones", ha indicado este experto.
Los otros dos asientos de la acutal presidencia Presidencia compartida seguirán ocupados por sus actuales inquilinos, el croata Zeljko Komsic, que ha arrasado con el 58 % de los votos, y el serbobosnio Nebojsa Radmanovic, de la nacionalista Unión de los Socialistas Independientes (SNSD), que habría ganado con un estrecho margen.
Las votaciones a la Presidencia han sido paralelas a las de los Parlamentos nacional y de las dos entidades, así como de los diez cantones de la federación de musulmanes y croatas. Los resultados de estos comicios serán anunciados a lo largo de la madrugada.
El primer ministro
Pero en el desbloqueo de los actuales desencuentros tendrá mucho que decir también Milorad Dodik, el hasta ahora todopoderoso primer ministro serbobosnio y que en estos comicios concurre a presidente de esta entidad, y frontalmente enfrentado al ahora caído Silajdzic.
Aunque los resultados de esta votación no se sabrán hasta el lunes, las encuestas auguran una sonada victoria de este polémico político, que hoy mismo volvió a insistir en la posibilidad de que la República serbobosnia se separe del resto del país si no se llega a acuerdos de compromiso.
También tendrán su papel los croatas, el grupo minoritario en el país y que en el pasado han exigido la creación de una tercera entidad propia.
Esta misma noche, tras hacerse público los primeros resultados, el principal partido croata exigió el inicio de negociaciones para crear esta entidad.
La abstención ha rondado el 45% de los 3,1 millones de bosnios llamados a votar, tras una campaña en la que la retórica nacionalista y étnica ha presidido el discurso de la mayoría de los partidos, que han obviado el debate sobre la grave situación económica y la rampante corrupción en el país.
Estas han sido las sextas elecciones generales en Bosnia, quince años después del final de la guerra civil que arrasó el país balcánico y causó unos 100.000 muertos.