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Las primeras flores protagonistas de un bodegón

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Las primeras flores que protagonizaron un bodegón

Los historiadores del arte coinciden en la cifra, creen que en total pintó nueve bodegones, todos en el mismo umbral del Barroco europeo. De ellos, dos aún están perdidos.

Nosotros hemos tenido el privilegio de ver el séptimo Sánchez Cotán, un pintor de Orgaz (Toledo) que encontró en la naturaleza muerta la expresión más libre de una época en la que aún estaba prohibido tomar de referencia a modelos humanos para los iconos religiosos.

Se anticipó a los claroscuros y hasta velaron su autoría . A petición de los actuales propietarios, la prestigiosa galería Caylus ha realizado el último estudio sobre la obra.

Hasta mediados del siglo XX nadie pensó que podía tratarse de un Sánchez Cotán, de hecho el cuadro se atribuía a Zurbarán. El primero que formuló la hipótesis fue Enrique Lafuente Ferrari. Pero hasta 1983 no se encontró la verdadera firma de este bodegón. Estaba en el mismo centro del cuadro, en el cesto de las cerezas.

El detalle aparecía descrito en un testamento de 1603 que sin embargo no fue descubierto hasta casi el cambio de milenio. En él , Cotán hacía inventario de su obra, antes de de retirarse a la Cartuja de Granada.

Este negro inquietante todavía proyecta más sombras en torno a la historia del cuadro. Al misterio de la firma aún le precede el misterio del encargo que podría haber venido del entorno de la aristocracia culta, ya que los bodegones estaban en ese momento en plena vanguardia.

La innovación está en el engaño visual, en la emergencia de los volúmenes, dicen que éste puede ser el primer ensayo pictórico de 3D. Inspirado en las bacanales del mundo clásico, el constante faro del Renacimiento, su tabla hacia el barroco consiguió navegar entre lo metafísico y lo austero. Y en la antítesis de esa nueva naturaleza muerta, nacieron las primeras flores del bodegón.

Y es que este bodegón no es solo el primero en el que se utilizan flores en la pintura española, sino que también, podría ser el primer bodegón europeo floral.

Y ahora, aquellas primeras flores seguirán dando frescura al otoño del siglo XXI. El último estudio se publicará este Octubre, en ARS Magazine, la prestigiosa Revista de Arte.