Así será la última fase del rescate de los 33 mineros atrapados en Chile
- Un equipo de 16 expertos participaran en la operación de rescate
- Los mineros subirán en una jaula de metal y por un hueco de 66 centímetros
- Aún no se ha decidido si se va a revestir el conducto de placas de metal
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Un equipo de dieciséis socorristas, ambulancias, helicópteros y personal médico participarán en la última fase del rescate de los 33 mineros atrapados en el norte de Chile.
El rescate se llevará a cabo a través del conducto de unos 66 centímetros de diámetro abierto por la máquina T-130, encargada del llamado Plan B, que a llegó el pasado sábado a la galería en la que desde el pasado 5 de agosto están los mineros.
"Treinta y tres días han durado las perforaciones para rescatarlos", comentó, emocionado, el ministro de Minería, Laurence Golborne, que añadió que ahora hay que desmontar las piezas de la T-130 y examinar el conducto, para determinar si es necesario revestirlo de forma completa o sólo parcialmente y así determinar la fecha exacta del inicio del rescate.
"Encamisado"
Junto a la perforadora ya se ha instalado una gigantesca grúa que, de ser decidido así, revestirá el conducto con tuberías de acero, el llamado "encamisado".
Esa grúa será también la encargada de introducir por el orificio una de las cápsulas "Fénix", especialmente construidas por la Marina chilena para izar uno a uno a los mineros.
Según ha comunicado Golborne, se usará para evacuar a los mineros la cápsula "Fénix 2" y no la "Fénix 1" como se había indicado en un principio.
Dos expertos bajarán a la mina
Dieciséis socorristas han sido seleccionados para participar en esta operación de alto riesgo, diez de ellos de la estatal Corporación Nacional del Cobre (Codelco), tres brigadistas de la norteña región de Atacama y tres enfermeros submarinistas de la Armada.
Sólo seis de ellos intervendrán en el momento decisivo: un marino y un socorrista de Codelco bajarán hasta las profundidades de la mina, mientras otros cuatro permanecerán en la superficie para poder abrir la cápsula en la que ascenderán los mineros.
Subirán en una jaula metálica
Uno de los miembros del equipo de rescate descenderá a donde se encuentran los mineros para colocarles, sucesivamente, un arnés especial que controlará su frecuencia cardiaca, respiración, ventilación, consumo de oxígeno y temperatura.
En esa misma jaula metálica descenderá después otro de los socorristas, y la operación se repetirá hasta que tanto los mineros como los dos expertos sean izados hasta la superficie.
Una hora y media para sacar a cada minero
El trayecto de subida durará alrededor de veinte minutos, aunque el proceso completo de sacar a cada uno de los mineros se prolongará durante una hora y media, por lo que se estima que será necesario un día y medio para completar la operación.
Los obreros serán sacados por un conducto de 622 metros de extensión a través de un mecanismo de polea de 250 caballos de fuerza, lo que equivale aproximadamente a un metro por segundo.
Las autoridades aún no tienen una lista exacta del orden en que los mineros serán rescatados, aunque sí han establecido un criterio general: primero, los más hábiles; después, los más débiles y, por último, los fuertes.
Además, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, ha explicado que los mineros no deberán ingerir alimentos sólidos durante las seis horas previas a su salida, y tampoco se les administrará calmantes con el fin de que estén plenamente conscientes y puedan actuar ante cualquier problema.
Trajes a medida y gafas de sol
Los mineros llevarán puestos unos trajes diseñados a su medida, y utilizarán además unas gafas de sol especiales para protegerse de la luz solar y evitar posibles daños en sus ojos después de haber permanecido más de dos meses en la penumbra.
Conforme vayan saliendo, los mineros pasarán a un espacio especialmente habilitado, compuesto por una sala de primeros auxilios y un policlínico, donde se les hará el primer chequeo médico de emergencia.
A continuación, serán trasladados a un hospital de campaña contiguo, donde se les practicarán exámenes psicológicos y dentales, se les administrará suero y vitamina D y podrán reencontrarse con dos de sus familiares por unos breves minutos.
Los mineros que estén en una mejor forma física y anímica podrán pasar a una sala de reuniones para que puedan tener un encuentro más privado.
Más tarde, los obreros serán llevados en helicóptero hasta el hospital regional de Copiapó, a unos 40 kilómetros de distancia, donde se les someterá a un exhaustivo chequeo médico y permanecerán en observación durante 48 horas.
En terapia, al menos seis meses
Después, la Asociación Chilena de Seguridad pondrá a su disposición asistencia psicológica durante al menos seis meses.
Tras abandonar el hospital, los mineros disfrutarán junto a su familia de asados y viajes e, incluso, de celebraciones muy especiales: Mario Gómez se casará por la iglesia con su esposa, y Richard Villarroel conocerá a su hijo, que está a punto de nacer.
Vendrán también numerosos homenajes, como el que el Gobierno planea dedicarles para condecorarles como "Héroes del Bicentenario", ya que su proeza ha coincidido con el 200 aniversario de la independencia del país.
Además, se están preparando ya películas y documentales sobre la aventura en la que se han visto envueltos estos hombres, que después de dos meses bajo tierra, han pasado de ser humildes trabajadores anónimos a alzarse como un ejemplo de fortaleza y superación.