La empresa causante del vertido en Hungría reiniciará su producción este fin de semana
- Barroso califica el vertido tóxico de "grave catástrofe medioambiental"
- Acaba la construcción de un nuevo dique de contención
La intervenida empresa causante del vertido en el oeste de Hungría, que acabó con la vida de ocho personas y causó un desastre medioambiental, reiniciará su producción de aluminio este fin de semana.
Así lo ha asegurado este martes György Bakondi, el comisario estatal designado por el gobierno húngaro para gestionar la empresa, informó la agencia MTI. Bakondi ha explicado también que no se producirán cambios en la dirección de la empresa, pero estará subordinada a supervisores nombrados por él.
El jefe del Gobierno húngaro, Viktor Orbán, anunció ayer que "la empresa responsable de la catástrofe debe ser puesta bajo el control del Estado". También se esperaba un pronto reinicio de la producción, ya que una de las prioridades era mantener los puestos de trabajo.
El director de MAL, Zoltán Bakonyi, fue detenido el lunes de forma cautelar durante 72 horas por las acusaciones de crear un peligro público y ser responsable de la muerte de varias personas, así como de incontables daños naturales. MAL fue fundada en 1995 tras la privatización del sector industrial del país ex comunista.
Barroso habla de "grave catástrofe medioambiental"
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha calificado el vertido tóxico de un millón de metros cúbicos de "barro rojo" de "grave catástrofe medioambiental" y ha elogiado la rápida respuesta de las autoridades locales.
Barroso, que se ha reunido este martes en Pécs, al sur de Hungría, con el primer ministro magiar para analizar la situación, dijo que "realmente sucedió una grave catástrofe medioambiental", informó la agencia de noticias MTI.
"Reconocemos el trabajo rápido de las autoridades húngaras", ha asegurado el presidente de la Comisión Europea después de entrevistarse con Orbán, al tiempo que aseguró que Bruselas apoya los esfuerzos húngaros de todas las formas posibles.
Levantado el nuevo dique de contención
Las autoridades húngaras trabajan a destajo para aliviar las consecuencias de la catástrofe, y en el pueblo de Kolontár han concluido este martes las obras de construcción de un dique de contención para desviar una segunda posible riada del barro tóxico que protegerá a las localidades húngaras de Kolontár y Devecser
Se espera que este fin de semana puedan regresar a su domicilio los habitantes de Kolontár , que fueron evacuados el sábado pasado ante el riesgo de un nuevo vertido.
Las autoridades húngaras dan por seguro que habrá un segundo vertido, aunque el "barro rojo" restante es menos fluido por lo que apenas se desplazará unos mil metros de la balsa, y el dique de contención construido ahora podría desviarlo hacia zonas no habitadas.