Los mineros chilenos se enfrentan ahora a famas sobrevenidas, fobias, depresiones...
- Las secuelas psicológicas dependen de la personalidad de cada minero
- Los expertos: Les irá peor a los que hayan tenido problemas previos
- Apuntan a que las familias no deben sobreprotegerles tras la tragedia
Ver también: Especial Rescate de los mineros chilenos
Pasar casi 70 días sepultados bajo tierra y vivir para contarlo tiene consecuencias. Los 33 mineros chilenos tendrán ahora que hacer frente a la "continuación de la experiencia", tal y como califican los expertos a lo que les espera tras el rescate, y bregar con la fama, los miedos y fobias, además de algún episodio depresivo y más de un cuadro de estrés postraumático.
Tras ser rescatados uno a uno del infierno que han vivido los dos últimos meses a 700 metros de profundidad y soportando temperaturas de hasta 40ºC con niveles de humedad del 93%, los 33 'héroes' tienen por delante un tiempo de recuperación, que dependerá de la personalidad de cada uno y que se volverá más duro para aquellos que ya hayan pasado por otras situaciones extremas.
"Haber vivido otras situaciones difíciles, que no hayan acabado tan bien como ésta, puede tener repercusión negativa en su recuperación", explica Jesús Miranda, psicólogo y director del Master de Emergencias de la Universidad de Málaga, quien cree que los "peligros físicos" que han superado los mineros eran mucho mayores que los psicológicos que pueden aflorar ahora.
La clave, el autocontrol emocional
A juicio de este facultativo, corren especial riesgo en la recuperación, cuyo primera análisis inicial deberá hacerse dentro de seis u ocho meses para comprobar la evolución, aquellos mineros que tengan un mal control emocional.
"La clave es el autocontrol, tanto durante el tiempo que han estado sepultados como tras su rescate, cuando tengan que hacer frente a la fama", argumenta Medina, quien apunta a que tener un historial familiar con antecedentes psicopatológicos es otro de los factores de riesgo.
"La tragedia les ha elevado a la fama y les puede hacer perder el norte, por lo que es vital que sepan asesorarse para gestionar esta popularidad", concluye Medina.
Más de 130 medios de comunicación de 50 países esperaban a la salida de la mina a los atrapados. De momento se sabe que cada uno decidirá si quiere tener contacto con los medios y cuándo.
El segundo en ver la luz del sol de la mina San José, Mario Sepúlveda, ya ha pedido a los medios que no les traten como artistas. Durante 6 meses los mineros recibirán asistencia psicológica porque según los psiquiatras y expertos sus vidas no volverán a ser las mismas.
¿Qué han aprendido con el encierro?
Pero, ¿sólo se sacan experiencias negativas de una situación tan extrema? A juicio de los expertos, también se aprenden cosas muy valiosas.
"De una experiencia así siempre se saca algo positivo: a trabajar en grupo, a hallar consenso en el seno de un grupo grande de personas y, sobre todo, a apreciar las cosas inmateriales y tener una visión más espiritual de la vida. En el fondo, y pese a la fama creciente, van a ser menos superficiales", razona el directo del Master de Emergencias, habituado a tratar a pacientes tras un grave trance vital.
“Pese a la fama creciente, van a ser menos superficiales“
Ver pasar los días sintiéndote impotente para poder salir al exterior es una situación que lesa gravemente la confianza en uno mismo, pero el hecho de que los mineros hayan participado de alguna manera en las labores de acondicionamiento del túnel para su rescata es considerado por Miranda como un resquicio para conservar el aplomo.
Las familias no deben sobreprotegerles
Las familias de los mineros también necesitarán asesoramiento psicológico a partir de ahora, aunque no porque se desarrollen patologías sino para saber adaptarse a su nueva vida.
“Necesitan los cuidados que necesitan, ni más ni menos“
"Ellos han recuperado a su familiar, no hay daño psicológico por tanto. Pero sí deben ser asesoradas para saber cómo tratar a su familiar, que ha vuelto a la vida.", asevera Medina, quien apunta que es frecuente caer en la "sobreprotección" de la víctima.
"Los mineros ahora necesitan cuidados, pero sólo los necesarios, no más allá. Hay que intentar que sientan desde el principio que se valen por sí mismo, porque si no las antenciones van a ser recibidos desde un actitud de rechazo por los pacientes", afirma Medina.