Mirones de 'Porno casero' en el Teatro Triángulo

• La compañía Teatro Portatil lleva a Madrid un montaje lleno de humor ácido
• El montaje se representa de  jueves a domingos, hasta el 16 de octubre

Una de las acepciones de la palabra pornografía, según la Real Academia Española de la Lengua, es ésta: "Presentación abierta y cruda del sexo que busca producir excitación".

Eso, llevado a nuestro terreno, el teatral, podría ser algo así como "presentación abierta y cruda de la palabra y el gesto que busca, sin adornos innecesarios, producir entusiasmo en el espectador". Eso mismo es Porno casero.

Los ocho personajes escritos por José Padilla y encarnados por Mariana Cordero y Helena Castañeda regresan al Teatro Triángulo por tiempo limitado para que el espectador se convierta en mirón desde la ventana en que se convierte la sala y por la que se asoman mujeres muy distintas, a priori, unidas por frustraciones, deseos, rencores y celos.

Con un sustancioso componente de acidez y mucho humor negro, el Porno casero va dejando lugar, en otras tres piezas, a la crítica a la religión y al vacío del arte contemporáneo, sin dejar de pensar en nosotros mismos, en lo que no contamos nunca y menos a un extraño.

Helena y Mariana, curtidas sobre las tablas, ya habían coincidido en un montaje anterior, La rosa de papel, del Centro Dramático Nacional.

Las dos atesoran también un buen puñado de personajes interesantes en televisión y cine, como demuestran los premios logrados, por ejemplo, por Mariana Cordero: al que conquistó en el Festival de Cine Español de Málaga por su trabajo en Tres días, de Javier Gutiérrez, se suma el que acaba de reconocer en Toulouse su labor y la de sus compañeras de reparto en La vida empieza hoy, de Laura Mañá.