33 formas de volver a la vida
- De la tranquilidad a la euforia ha ido la reacción de los mineros
- La emoción preside el reencuentro con sus familias
- Consulta sus historias, una a una
Durante 24 horas, los 33 mineros chilenos atrapados desde hace casi 70 días en el interior de la mina San José han estado saliendo a la superficie, uno a uno, en una cápsula de apenas 53 centímetros de ancho que les ha transportado de vuelta a la vida. Éstos han sido sus testimonios:
Florencio Ávalos, el primero
Ávalos emergió de la cápsula "Fénix 2" a las 0:10 horas del miércoles (05:10 de la madrugada) al término de una maniobra seguida en directo por televisión por mil millones de espectadores alrededor del mundo.
En la superficie le esperaban ansiosos su esposa, Mónica Araya; su padre, Alfonso; sus hijos Alex (16) y Byron (8), y su tío Wilsson.
Los familiares rompieron a llorar y se fundieron en abrazos con él, mientras una sirena alertó al campamento "Esperanza" de que el salvamento más milagroso de la historia de la minería había comenzado con éxito.
El minero llevaba unas gafas oscuras especiales para evitar que la luz dañara sus ojos y mostraba una gran serenidad, a diferencia de su pequeño hijo Byron, que prorrumpió en un largo sollozo.
Mario Sepúlveda, el 'showman'
"Estuve con Dios y estuve con el Diablo. Me pelearon y me ganó Dios, me agarré de la mejor mano y en ningún momento tuve miedo que Dios no me iba a sacar de esto", declaraba Sepúlveda, famoso por presentar los vídeos en los que se daba cuenta de la situación en la mina.
"Siempre supe que me iban a sacar, siempre tuve fe en los profesionales que hay en Chile y en el Gran Creador", confesaba.
Acompañado por su esposa y sus hijos, el trabajador pedía que "por favor no nos traten como artistas ni como periodistas sino como trabajadores mineros. Nací para morir amarraito al yugo".
Juan Illanes, el ex militar
El minero Juan Illanes se convirtió en el tercer operario en ser rescatado la madrugada de este miércoles desde las profundidades del yacimiento.
Se trata de un veterano del conflicto bélico entre Chile y Argentina de 1978, que cumplió años dentro de la mina acompañado de las felicitaciones en video de su esposa Carmen Baeza.
Illanes se destapó desde el principio del cautiverio como uno de los líderes morales del grupo y aseguró al salir de la cápsula de rescate que su ascenso había sido "un crucero".
Carlos Mamani, el extranjero
Carlos Mamani, único extranjero en el grupo de atrapados, salió de la cápsula "Fénix 2" poco después. El boliviano salió con una sonrisa y un gesto tranquilo. Posteriormente rechazaría una oferta del presidente de su país, Evo Morales, para volver a Bolivia.
En el momento del accidente, el ciudadano boliviano llevaba sólo 5 días trabajando en la mina San José, hasta donde llegó tras ver en su país una oferta de trabajo. De agricultor se transformó en minero para cumplir el sueño de una casa propia para su esposa Verónica Quispe y su hija, de sólo un año y cuatro meses.
Dionisia Ana, madrina del matrimonio de Mamani con Verónica Quispe, esperaba el momento de verlo aparecer en la cápsula de hierro mientras su hijo de cinco años ahuyentaba a la prensa: "Fuera, fuera, quiero ver la tele".
Jimmy Sánchez, el más joven
Sánchez, de sólo 19 años, era el más joven del grupo y llevaba cinco meses cuando lo sorprendió el derrumbe en la mina San José.
Salió de la Fénix II exhibiendo una bandera del equi`p de fútbol de la Universidad Católica de Chile, con cuya bandera salió
Sánchez no terminó el cuarto año de la enseñanza media porque dejó embarazada a su novia, Helen Ávalos, de 17 años.
Tras esa situación, dejó su trabajo en la construcción para ir a la minería y obtener mejor salario, contra la opinión de su padre quien le recibió con un emocionado abrazo.
"El 5 de agosto estaba perdiendo un hijo, hoy estoy ganando un hombre", comentaba el padre mientras esperaba el rescate de su hijo, de quien aseguró sentirse orgulloso.
Osmán Araya, el agricultor
Osmán Araya, un agricultor que hace 4 meses se pasó a la minería ganar un mejor salario se convirtió en el sexto operario rescatado desde el fondo de la mina San José.
Araya, de 30 años, casado y padre de 4 hijos, salió sonriente, entre aplausos de los trabajadores de rescate y de las autoridades que lo esperaban. Al saludar y abrazar a su esposa Angélica no pudo evitar quebrarse.
José Ojeda, el autor del mensaje de vida
El minero José Ojeda, autor de la nota que dio la vuelta al mundo anunciando que los 33 mineros estaban vivos, se convertía en el séptimo obrero en ser evacuado del yacimiento San José.
"Estamos bien en el refugio los 33", fue el mensaje que Ojeda escribió con lápiz rojo sobre un pedazo de papel blanco antes de atarlo al tubo de la sonda que el pasado 22 de agosto devolvió la esperanza a los angustiados familiares de los trabajadores.
Ojeda, de 45 años, viudo y con dos nietos, estaba a cargo de la maquina que perfora la roca para introducir los explosivos cuando el 5 de agosto le sorprendió el derrumbe junto a sus 32 compañeros.
Claudio Yáñez, el pedido en matrimonio
Claudio Yáñez Lagos, famoso por recibir una propuesta de matrimonio de su novia mientras estaba atrapado, se convirtió en el octavo minero rescatado.
De 34 años y nacido en Santiago, Yáñez le prometió a su novia Cristina Núñez, con quien tiene dos hijas en una relación de diez años, que se casarían tan pronto como saliera.
"Él siempre quiso casarse, era ella la que no aceptaba", decía Marta, tía del minero, mientras lo esperaba en el campamento Esperanza, donde los familiares han esperado a los mineros desde el mismo día del derrumbe.
Mario Gómez, el más enfermo
Mario Gómez Heredia, el minero más veterano y enfermo de los 33 atrapados desde el pasado 5 de agosto en la mina San José, fue rescatado sin contratiempos.
El minero, de 64 años, casado y con cuatro hijos, padece silicosis e hipertensión, por lo que representaba "el desafío más serio" para el equipo médico.
Portando una máscarilla especial que le proporcionó aire con una elevada concentración de oxígeno, Gómez llegó a la superficie agitando una bandera chilena firmada por los 33 mineros y se arrodilló para agradecer a Dios haber salido con vida.
Álex Vega, hijo del padre 'coraje'
Álex Vega Salazar, un mecánico de maquinaria pesada, de 31 años, se convirtió en el décimo rescatado de la mina San José.
Álex era esperado por su esposa e hijos en la superficie de la mina, pero también por su padre, el más ansioso de todos.
José Vega, el padre del minero y también un veterano en el oficio, no escatimó esfuerzos para trabajar directamente en el rescate de su hijo desde el mismo día del derrumbe, pero por su parentesco con uno de los afectados fue rechazado.
El padre no vaciló e insistió en su intento, bajo un nombre falso, pero fue descubierto y debió resignarse a esperar el rescate de su hijo al igual que todos los familiares de los 33 mineros atrapados.
Jorge Galleguillos, un veterano
Los presidentes Sebastián Piñera y Evo Morales presenciaron la salida a la superficie del undécimo minero rescatado ,Jorge Galleguillos, de 56 años.
Ambos mandatarios abrazaron al minero, que se vio muy emocionado, aunque antes, Galleguillos, que lucía una tupida y canosa barba, se abrazó con uno de sus hermanos.
El trabajador, que sufre de hipertensión y padeció una leve depresión durante parte de los 69 días en que permaneció en el fondo de la mina San José, a 700 metros de profundidad, es entre los 33 uno de los que más bajó de peso.
Edison Peña, el 'Forrest Gump'
Edison Peña, que puede ser comparado con el personaje cinematográfico "Forrest Gump" por su afán de correr al menos 10 kilómetros diarios, fue el duodécimo minero rescatado de la mina San José, en el norte de Chile.
De 34 años, este trabajador se las arregló para cumplir su práctica cada uno de los 70 días que permaneció, junto a 32 compañeros, atrapado a 700 metros de profundidad en el yacimiento, pese a las difíciles condiciones de aire y luz existentes en el lugar.
Peña, a quien no arredran sus problemas de oído, hipertensión y diabetes, pidió zapatillas y un pantalón deportivo corto para correr mejor en el fondo de la mina cuando los equipos de rescate contactaron con los atrapados, el pasado 22 de agosto.
"Tengo ansiedad y me dan ganas de correr", escribió a su novia durante el forzoso y prolongado encierro que padeció.
"Me imagino que hacemos viajes a playas, campo, todo, todo. Quiero estar libre, quiero ver el sol", añadió Peña, cuyo padre, Fernando, le describe como "muy fuerte y alegre".
Carlos Barrios, el 'polvorita'
El minero Carlos Barrios Contreras salió sin contratiempos. De 27 años, soltero y con un hijo, fue el decimotercer atrapado que salió desde la profundidad de la mina San José.
Amante de la minería y con 10 años de trabajo en el sector, el obrero se ganó el título de "El polvorita" por su mal genio.
Su novia Carolina supo que estaba embarazada de él una semana después del derrumbe del pasado 5 de agosto. Sin embargo, la madre de Carlos ha asegurado a los medios que ese embarazo es falso.
Víctor Zamora, el poeta cómico
Víctor Zamora Bugueño, que durante 70 días de encierro se convirtió en el "poeta" y bromista de los 33 mineros atrapados en una mina en el norte de Chile, fue el decimocuarto trabajador en salir a la superficie.
Durante el encierro y pese a haber sufrido dolor de muelas a causa de la desnutrición, este mecánico que el 10 de octubre cumplió 34 años bajo tierra nunca perdió el buen humor, por lo que es conocido por su personalidad alegre y por ser "bueno para la talla (divertido, cómico)".
Dentro de la mina, Zamora, que pertenece a una familia de mineros y cuyo tío murió hace años en la mina Rodesia al desplomarse un ascensor, también se ha destacado por su talento para escribir poemas.
Víctor Segovia, el cronista
Víctor Segovia Rojas, quien escribió todo lo que ocurría en el interior de la mina San José en la que permaneció atrapado desde hace 70 días, a 700 metros de profundidad, salió del encierro en decimoquinto lugar.
De 48 años, este perforista trabaja desde hace 15 años como minero y desde hace 8 en el yacimiento San José.
Considerado el artista del grupo, Segovia pasó gran parte de su cautiverio escribiendo cada detalle de lo vivido por los mineros. Su consigna era escribir para que nadie olvidara lo sucedido.
Su intención es publicar un libro, un relato en primera persona de lo ocurrido en el yacimiento. Víctor Segovia, que apodó el yacimiento como "el matadero humano", bromeaba diciendo que a los trabajadores del lugar deberían llamarles "kamikaze".
Daniel Herrera, el mimado
Daniel Herrera, el minero más "regalón" (mimado) fue recibido en la superficie por su madre, Alicia Campos.
Herrera, que se convirtió en el decimosexto minero en ser rescatado, nunca había estado tanto tiempo separado de su madre, con la que vive y quien le llama "osito gominolas" porque es "regalón con todas las letras".
Nada más poner el pie en la superficie le dio un prolongado abrazo con el que tanto tiempo llevaba soñando, tras lo cual saludó a la Primera Dama, Cecilia Morel, y al ministro de minería chileno, Laurence Golborne.
Omar Reygada, el curtido
El minero Omar Reygadas Rojas fue rescatado, en decimoséptimo lugar y sin contratiempos en su tercer cautiverio en sus 34 años de faena minera.
Cuando tuvo lugar el derrumbe del 5 de agosto, en la que estuvo atrapado a 700 metros de profundidad, sólo alcanzó a gritar: "¡Otra vez!".
Viudo y padre de cinco hijos, Reygadas lleva alrededor de 30 años trabajando como minero, aunque sólo dos en la veta San José.
Cuentan los socorristas que este obrero de 56 años se ha tomado su cautiverio como si de un trabajo se tratase.
"Él (Omar Reygadas) se encarga de que estemos bien", le dijo en una carta otro minero a su mujer.
Esteban Rojas, el que se casará por la Iglesia
Esteban Rojas, quien prometió a su esposa casarse una vez que fuera rescatado, salió en decimoctavo lugar.
La esposa de Rojas, Jessica Yáñez, pidió a Rojas que se casara con ella por la Iglesia, a lo que este respondió "cuando salga de la mina compramos un vestido y nos casamos".
Rojas, que nada más salir de la cápsula se arrodilló, elevó una oración al cielo, momento en que su esposa, Jessica Yáñez, también hizo lo mismo y le abrazó.
Pablo Rojas, el que advirtió del derrumbe
Pablo Rojas, que advirtió que la mina San José "lloraba" (desprendía roca) semanas antes del derrumbe que atrapó a los 33 mineros a 700 metros de profundidad en el norte de Chile, se convirtió este miércoles en el decimonoveno minero en salir a la superficie.
Aunque Rojas, conocido entre sus compañeros como "el cañita", llegó a "tomar gusto" a la adrenalina de trabajar bajo tierra, habló con su prima, Silvia Segovia, sobre los desprendimientos, algo que nunca comentó a su esposa, Ximena Contreras.
"Nunca me dijo nada. Él me contaba que los riesgos eran escasos por los avances de la tecnología, pero tengo claro que lo decía para dejarme tranquila a mí y mi hija", relató ésta.
Darío Segovia, el de la familia más numerosa
Darío Segovia Rojo, de 48 años, con 13 hermanos y 6 hijos: 3 de su ex mujer y 3 de la actual, Yésica Chilla, con quien vive desde hace tres meses, ha sido el vigésimo minero en salir de la mina.
Aunque trabaja en el sector minero desde hace muchos años, sólo llevaba 3 meses en la mina San José, y esperaba montar un negocio de verduras con el dinero que ganase en ella.
El accidente más grave que ha sufrido fue el año pasado, cuando una máquina le perforó una mano. Según su mujer, Darío decía que la mina "lloraba" más de lo normal, en referencia a las piedras que se desprendían del techo.
El día del accidente no le tocaba trabajar, "pero la gente de la mina le ofreció hacer un doble turno y pagarle el doble. Se le dijo que no viniera, pero él quería y es porfiado, por eso le decían viejo zorro", contó a los periodistas su hermana Elizabeth Segovia. A la salida, Darío, arrodillado, dio gracias "a la vida".
Yonny Barrios, el "doctor" de los atrapados
Yonny Barrios, que ejerció de "doctor" del grupo de los mineros atrapados en una mina de la región chilena de Atacama, fue el trabajador numero 21 en salir a la superficie, donde le aguardaba su amante. Su esposa, Marta Salinas, con la que llevaba 28 años casado, se negó a asistir al rescate después de enterarse que Barrios había invitado a Susana Valenzuela, mujer con la que vivía en el momento del derrumbe.
"Estoy contenta porque se salvó, es un milagro de Dios, pero yo no iré a ver el rescate. Él me lo pidió, pero resulta que también invitó a la otra señora y yo tengo decencia. La cosa es clara: ella o yo", indicó a los periodistas hace unos días Salinas, que conoció a la actual pareja del minero en el campamento "Esperanza".
La esposa y la amante discutieron sobre quién debía guardar los cinco millones de pesos (unos 9.803 dólares) que el millonario empresario Leonardo Farkas regaló a cada uno de los mineros atrapados y que finalmente recogió Salinas.
Barrios, de 50 años, se convirtió en el "doctor" del grupo por sus conocimientos sobre primeros auxilios, adquiridos desde pequeño cuando ayudaba a su madre que padecía diabetes. Durante el encierro se encargó de poner inyecciones, redactar los informes médicos de sus compañeros y dárselos al equipo de rescate.
Samuel Ávalos Acuña, conversión en el cautiverio
Samuel Ávalos Acuña, de 43 años, experimentó durante los 69 días atrapado un proceso de conversión que le hizo sentirse "cerca de Dios" y alejarse de la droga y la bebida.
Según contó a los periodista su pareja, Ruth Guzmán, con la que convive desde hace 21 años, buena parte de esos años estuvieron marcados por el alcohol y las drogas.
"Samuel tuvo que afrontar algunos problemas que incluso lo hacían desaparecer de la casa por períodos y luego retornar", explicó Ruth. Con ayuda de un cuñado, Samuel consiguió trabajo en la minera San Esteban "para ocupar su vida y dejar de lado las malas juntas". Ahí, en el interior de la mina, Samuel ha sufrido un proceso de conversión y "se ha sentido cerca de Dios".
"En las cartas dice que Dios está atrapado con ellos, que se siente acompañado por una fuerza divina, por el cariño de nosotros que estamos acá arriba", contó su pareja.
A través de una de las cartas que Ruth mandó a Samuel, ella le pedía matrimonio, a lo que él contestó: "Al salir lo hablamos". De momento, nada más salir, se ha besado con ella antes de abrazar al presidente de la República, Sebastián Piñera, al que dio las gracias.
Carlos Burgueño, dos meses inquieto
Nada más salir a la superficie, este joven de 27 se abalanzó sobre su madre, a la que abrazó repetidamente.
Natural de la norteña ciudad de Copiapó, a 45 kilómetros de la mina, Carlos Burgueño, tercero de 11 hermanos, era vigilante de seguridad, pero optó por la mina para adquirir un coche y una casa.
Una de sus preocupaciones cuando se quedó encerrado era una mochila, que se encontraba en los camarines exteriores de la mina, en la que había depositado su último sueldo. Por medio de una carta, le pidió a su madre que la buscara.
Otra de las inquietudes de este fanático del fútbol era no perderse los partidos de la selección chilena, por lo que pidió, con éxito, a Golborne que se los retransmitiesen.
Bugueño es amigo de la infancia de Pedro Cortéz, que también quedó atrapado el pasado 5 de agosto en la mina San José. A buen seguro con él pasaría largos ratos jugando a un dominó que él mismo creó para ayudar a matar las horas libres estos dos meses largos.
José Henríquez, el guía espiritual
Henríquez asumió el rol de guía espiritual entre sus compañeros por su apego a la religión evangélica, pidió 33 biblias y dirigía los rezos dos veces al día.
En uno de los vídeos que los mineros grabaron desde el interior de la mina, su compañero Mario Sepúlveda lo presentó así, "tiene altos conocimientos espirituales y la verdad es que en estos momentos nos han ayudado mucho a todos".
Henríquez, de 54 años de edad, trabaja en la mina desde hace 33 años y el pasado mes de enero estaba presente en el interior del yacimiento San José cuando se produjo un escape de gas en el que él mismo sufrió un desmayo.
A la salida, el encuentro con su esposa Hettiz Berríos, con la que lleva 33 años de casado, fue lleno de cariño y emoción. Tiene dos hijas gemelas que le definen como un hombre introvertido y cariñoso, abrazó después a las autoridades que se encontraban en el lugar.
Apodado por sus compañeros como "Don José" quería dejar la mina porque, tal y como decía "estaba mala".
Hettiz, la esposa de Henríquez, ha sido de las pocas mujeres que decidieron continuar con sus vidas y no asentarse en el campamento Esperanza durante el periodo de rescate, tal y como el propio minero solicitó que hiciera.
El minero es un amante de la cueca, el baile nacional chileno, y es muy hábil con el arpa, la guitarra y el acordeón.
Renan Ávalos, el hermano del primer liberado
Renán Ávalos ha sido rescatado 19 horas después de que lo hiciese su hermano Florencio, el primero en salir.
"No sé si estoy bien o si estoy mal. No quiero pensar en cómo estoy", escribió Renán en una de las últimas cartas.
"Somos 33, pero estamos solos". "Tampoco quiero esperar que nos saquen, porque tanta espera me volvería loco", relató el minero dejando en evidencia el estado anímico en el que se encontraba.
Amante de los caballos, sus amigos y parientes de Colliguay, de donde es originario, le enviaron un vídeo de estos animales para que pudiera relajarse.
El pequeño de los Ávalos, de 29 años, se haen el minero número 25 en ser salvado, después de un ascenso de 9 minutos y 13 segundos. Allí, junto a rescatistas y autoridades, le esperaba su pareja Fabiola.
Alfonso Ávalos, su padre, abrazó por segunda vez a otro de sus hijos que fue atrapado por la tierra, el pasado 5 de agosto.
Claudio Acuña sale para escuchar el "sí quiero
El minero Claudio Acuña, que desde las profundidades de la mina San José le propuso matrimonio a su pareja por carta, salió este miércoles a la superficie donde espera escuchar el "sí quiero".
El minero besó a su futura esposa y a su hija, que rompió a llorar nada más ver la cápsula emerger de las profundidades.
Ambos piensan ya en una ceremonia inolvidable en la que Acuña tiene previsto "tirar la casa por la ventana" usando parte de los 5 millones de dólares que regaló a cada uno de los 33 mineros el millonario empresario Leonardo Farkas, según contó a los periodistas Araya, madre de la hija de dos años de ambos.
Tras recibir, como sus 25 compañeros que ya están en libertad, la instrucción de no quitarse las gafas de sol especiales para protegerse de la luz solar y evitar posibles daños en sus ojos después de haber permanecido más de dos meses en la penumbra, Acuña pudo por fin abrazar a su familia.
Acuña era perforista en la mina San José y quería pasar a ser operador de maquinaria pesada para irse a vivir a la norteña ciudad de La Serena, por lo que trabajaba cada vez que le ofrecían horas extras.
Fanático del equipo chileno Colo Colo se llevó una gran alegría cuando recibió, el día de su cumpleaños, una camiseta firmada por el mediocampista del cuadro del cacique, el colombiano Macnelly Torres.
Franklin Lobos, ex futbolista profesional
Lobos llegó a formar parte de la selección chilena que se clasificó para los Juegos Olímpicos de Los Angeles (1984).
Trabajaba como camionero desde hace cinco años, pero hace cuatro meses también comenzó a trabajar como minero en el yacimiento ubicado en el desierto de Atacama.
El minero, ha sido recibido en la superficie con el abrazo de su familia y un balón de fútbol.
Incluso dio algunos 'toques' antes de reunirse brevemente con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y las autoridades presentes durante el rescate. Posteriormente, ha sido trasladado en camilla a las instalaciones donde se encuentra el equipo médico.
Richard Villarroel asistirá al nacimiento de su hijo
Villarroel, de 26 años, era minero de profesión hasta que hace dos años se fue hacia el norte en busca de aventura y trabajo, algo que encontró en la mina San José.
Tiene como uno de sus principales objetivos asistir al nacimiento de su hijo, previsto para noviembre. "A mi señora, que debe estar esperando en la casita con su guatita, solo quiero decirle que voy a salir pronto", relató, en una de las cartas enviadas durante el largo cautiverio.
A su salida de la cápsula 'Fénix II', en la que fue evacuado hasta la superficie, fue recibido por su madre, Antonia Godoy, y sus dos hermanos, con quienes se abrazó efusivamente envueltos por una bandera chilena.
El jefe de los equipos de rescate, André Sougarret, lloró al presenciar el abrazo de Villaroel con sus familiares. "Gracias a todo Chile", ha dicho el joven minero dirigiéndose a las cámaras de televisión, justo antes de ser trasladado en camilla al hospital de campaña.
Juan Aguilar, el supervisor del equipo de mineros
Aguilar, padre de dos hijos, tiene 19 años de experiencia en la mina y ostenta el cargo de supervisor. Aunque su pareja no creía necesario que se casasen, la mujer avanzó que contraerán próximamente matrimonio.
"Amor, yo estoy bien gracias a Dios, hay harto que contar pero no es la oportunidad, te amo", relató el minero en una de sus cartas a la superficie que también recogen los medios chilenos, informó el diario 'El Mercurio'.
Al salir a la superficie ha sido recibido por su prometida, Cristina Coronado, a quien ha besado y abrazado efusivamente antes de recibir el afecto del ministro de Minería, Laurence Golborne, y el presidente del país, Sebastián Piñera.
"Su Cristy la quiere más que nunca", ha dicho Piñera al minero, quien posteriormente ha sido trasladado en camilla al hospital de campaña instalado en el Campamento Esperanza para recibir los exámenes médicos pertinentes.
Raúl Bustos Ibáñez, del terremoto a la mina
El minero número 30 en ser rescatado, Raúl Bustos emergió , 24 minutos después que el trabajador que le precedió, Juan Carlos Aguilar. En Talcahuano, su ciudad natal, situada en el sur de Chile, Bustos trabajaba en un astillero por las mañanas y como comerciante por las tardes.
El maremoto destruyó sus lugares de trabajo, por lo que el minero, de 40 años, decidió emigrar en busca de nuevas oportunidades. "A raúl no le tocaba trabajar, pero como se habían averiado unas cañerías y él es mecánico, lo llamaron para que colaborara igual", ha explicadon su madre en alusión al pasado día 5 de agosto en que tuvo lugar el derrumbe.
En una emotiva carta, Bustos contó a su esposa, Nora Narváez, los dramáticos momentos que vivió tras el derrumbe y los largos días que pasaron hasta ser detectados al interior del pique. "Mi Dios nos dejó vivos de milagro y con un propósito. Aquí, casi desmayado, rezaba y pedía por todos que si pasaba algo lo tomaran bien, porque en un momento ya pensaba que no rompían las herramientas el cerro".
Raúl, que ha vivido en sus propias carnes las dos tragedias que han sacudido chile este año, abrazó a su esposa a la salida de la cápsula.
Pedro Cortez, el "humorista"
Cortez fue bautizado como tal después de que dijera en una de sus intervenciones a través de las vídeo conferencias que "Nunca había estado tanto tiempo dentro de una mina", lo que produjo un estallido de risas en las autoridades que le escuchaban.
El obrero, fanático del Colo Colo y de oficio electricista, fue el encargado de mantener con luz el interior de la veta y de seguir todas las instrucciones referidas "a su sector" que le dieron los expertos desde la superficie.
Ariel Ticona, el penúltimo minero rescatado
Ariel Ticona podrá conocer este miércoles a su hija Esperanza, que nació el pasado 14 de septiembre.
La conocerá en persona, ya que este hombre de 29 años pudo ser testigo del nacimiento de la pequeña gracias a un vídeo que sus familiares enviaron a las profundidades de la mina San José. A petición de Ticona, le pusieron Esperanza, en recuerdo del campamento donde se instalaron los familiares de los 33 trabajadores desde que supieron del derrumbe.
Nada más pisar la superficie, se fundió en un abrazo con su esposa, Elizabeth Segovia, que le esperaba con los brazos abiertos y lágrimas en los ojos. Pese a estar encargado de las comunicaciones en el interior de la mina, este seguidor del Universidad de Chile no apareció en el primer vídeo que grabaron los mineros bajo tierra, lo que no llamó la atención de sus conocidos, ya que todo el mundo lo considera introvertido.
Su padre Héctor, justificó el rechazo de su hijo a las cámaras: "No es tímido, sino que es cortante, un poquito desabrido. No es de esos que anda haciendo cariño por ahí. Siempre ha sido así".
Luís Urzúa, el líder surgido en la tragedia
El topógrafo chileno Luis Urzúa ha sido este miércoles el último minero rescatado, tras pasar 70 días atrapado junto a otros 32 obreros en el yacimiento San José, en pleno desierto de Atacama.
Urzúa, topógrafo de 54 años, lleva a sus espaldas 31 años de experiencia en la minería y empezó a trabajar en el yacimiento San José hace diez meses.
Fue el primero en contactar con el exterior y quien ha organizado la vida bajo tierra de los atrapados, ejerciendo como líder, pues el resto de mineros siempre mantuvieron respeto hacia su cargo. Así, organizó el racionamiento de alimentos y dividió el espacio en tres zonas: una para dormir, otra para comer y una tercera para las necesidades básicas, informaron los medios chilenos.
En una conversación con el presidente del país, Sebastián Piñera, ha calificado de "infierno" el día del accidente. "Sentimos que se venía la montaña bajando hacia nosotros y sin saber lo que pasaba", dijo al mandatario. Al salir a la superficie se envolvió con una bandera chilena y fue recibido con gran júbilo por sus familiares y las autoridades presentes.
El responsable de los operativos de rescate, Andrés Sougarret, y Piñera no han podido contener las lágrimas mientras Urzúa se disponía a salir de la cápsula que lo llevo desde el interior del yacimiento al exterior.
En el interior de la mina ya sólo quedan los seis miembros de los equipos de rescate que descendieron este miércoles para ejecutar el operativo que ha permitido sacar a la superficie a los 33 mineros. Los seis saldrán uno a uno a la superficie posteriormente.
Los seis miembros han mostrado una última imágen a través de la cámara que se encontraba en el interior: Una bandera en la que se leía "Misión cumplida, Chile".