La fábrica que causó el vertido en Hungría vuelve a funcionar mientras los vecinos vuelven a casa
- Organizaciones ecologistas denuncian que es "irresponsable"
- Las autoridades mantiene la alerta en tres provincias
La fábrica de aluminio que provocó el vertido tóxico en Hungría ha reanudado la producción esta mañana entre las críticas de organizaciones ecologistas como Greenpeace, que considera "totalmente irresponsable" esta decisión.
La empresa MAL, la que más empleos ofrece en la zona con 1.100 trabajadores, seguirá bajo control del Estado por lo menos los dos próximos años durante los esfuerzos de emergencia, que podrían costar decenas de millones de dólares, según ha informado el comisario de Desastres húngaro, Gyorgy Bakondi.
Diferentes organizaciones y ONG han llamado la atención sobre la gran cantidad de micropartículas peligrosas para la salud que existen tanto en Kolontár como en Devecser, que se han liberado en el aire al secarse el lodo rojo, lo que obliga al uso de mascarillas.
Los ecologistas de Greenpeace acusan al Gobierno húngaro de haber ocultado información sobre las causas del vertido tóxico, sucedido el pasado 4 de octubre, y que dejó nueve muertos, 150 heridos y contaminó con metales pesados más de 40 kilómetros cuadrados.
"Todavía desconocemos cómo fue posible que sucediera la catástrofe. Además, debemos constatar que la gestión de la crisis de las autoridades húngaras fue y es completamente insuficiente", agrega la nota.
Exigen al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, mantener cerrada la fábrica de MAL hasta que una comisión independiente de expertos no haya confirmado su seguridad y califican su reapertura como una "cuestión puramente política".
De vuelta a sus casas
A partir de este mediodía, unos 800 vecinos de Kolontár, la aldea más afectada por la riada tóxica en Hungría, y que fue evacuada el sábado pasado por el peligro de un posible segundo derrame químico, podrán volver a sus casas.
Pese a permitir la vuelta de los evacuados, las autoridades mantendrán la alerta en las provincias de Veszprém, Györ-Moson-Sopron y Vas, que está en vigor desde el pasado 5 de octubre, ya que de esta manera permanecen en la región los retenes de emergencia, según ha informado la portavoz de la Protección Civil, Györgyi Töttös.
Mientras, las grietas detectadas en el muro norte de la balsa no han aumentado durante este viernes, después de que el jueves se hubiera observado que se ensancharon otros 1,5 centímetros, asegura Töttös.
El secretario de Estado para Medio Ambiente, Zoltán Illés ha reiterado en los últimos días que ese muro se desmoronará, pero que el dique de contención construido en las afueras de Kolontár podrá desviar una posible segunda riada, que además no tendría el alcance de la primera, ya que no se trata de un material líquido, sino casi sólido que se moverá mucho más lentamente.