El salmón español pierde sus señas de identidad
- Un estudio advierte que sus características genéticas están desapareciendo
- Durante 20 años se han estudiado los cambios de las poblaciones asturianas
- Lo achacan al cambio climático y a la acción del hombre
Salmo salar
Salmón común o salmón del Atlántico. Están distribuidos tanto en la costa este americana como en Europa. Los ejemplares más grandes pueden llegar a medir 150 centímetros. Los adultos reproductores regresan al mismo río en el que nacieron y, aunque alguno mueren, la mayoría sobrevivie para volver al año siguiente a una nueva reproducción. Su población ha descendido desde la década de los 70 por la polución de los ríos y la sobreexplotación pesquera entre otros motivos.
El cambio climático y la acción humana están poniendo en peligro las características genéticas propias de las poblaciones de los salmones españoles. Así lo ha advierte un estudio de investigadores británicos y españoles, publicado en el diario Current Biology.
Los científicos se centraron en los salmones atlánticos en Asturias para determinar los factores que minaban sus estructuras de población, y que pueden provocar consecuencias negativas a largo plazo.
"El salmón desarrolla estructuras poblacionales muy diferentes por su capacidad de llegar a los ríos en los que han nacido", señala Jaime Stevens, co-autor del estudio, de la Universidad británica de Exeter.
"Estos ejemplares pueden desarrollar rápidamente perfiles genéticos que se establecen como definitivos", considera Stevens. "Y es lo que tenemos que preservar", porque estas características se producen gracias a la química del río o la capacidad de los peces para adaptarse a los cambios de temperatura, entre otros.
Esas estructuras, "no pueden desaparecer porque sabemos que las poblaciones locales tienen una capacidad de adaptación que puede dar ventaja a los peces dentro del río", explica el biólogo, en declaraciones recogidas por la BBC.
Censo de salmones asturianos
Según el último censo realizado la semana pasada por la Consejería de Medio Ambiente de Asturias, quedan 3.711 salmones en los ríos del Principado (Esva, Nalón-Narcea, Sella y Cares-Deva). Más de la mitad, un 54,59% eran salmones reproductores con "varios años de mar", y 1.650 restantes, ejemplares de un año (añales).
“La supervivencia de ejemplares extranjeros sería mínima al desovar“
Pero introducir diferentes poblaciones no sería beneficioso, recalca Stevens. "Aunque puedan ser más grandes y crezcan más rápido, su tasa de supervivencia sería mínima al volver a los ríos para desovar".
Y aunque la introducción de pescado extranjero se haya frenado, "sobre todo desde 1992", otros factores, como los cambios de la temperatura del agua ponen en peligro las características genéticas y las estructuras poblacionales de los salmones asturianos.