Enlaces accesibilidad

"El pastor de Atacama", el primero de los mineros en volver al yacimiento San José

  • De confesión evangélica, se convirtió en el guía espiritual de los atrapados
  • Reconoce que volverá a trabajar en la mina porque es su profesión

Por
Uno de los mineros chilenos vuelve al yacimiento

José Henríquez ha sido, este sábado, el primer minero de los 33 rescatados en volver junto a sus familiares al yacimiento San José para recoger sus pertenencias, que permanecían en su casillero desde el día del derrumbe que les mantuvo atrapados 69 días en el interior de la mina.

Henríquez, "El Pastor", quién fue el guía espiritual de los 33 de Atacama, volvió al lugar del siniestro, según indicó su hermano Gastón a Radio Cooperativa.

"Ha querido venir aquí para palpar más cerca, todo lo que vivimos y para estar en paz, tranquilo y a la vez le estamos dando las gracias a Dios", señaló.

El familiar añadió que el hecho de estar nuevamente en el yacimiento "son sentimientos de nostalgia, el proceso que vivimos acá desde la angustia a la alegría. Es un momento muy fuerte, muy emotivo, después de todo lo que vivimos".

José Henríquez asumió el rol de guía espiritual entre sus compañeros por su apego a la religión evangélica, pidió 33 biblias y dirigía los rezos dos veces al día. De 54 años de edad, trabajaba en la mina desde hace 33 años y el pasado mes de enero estaba presente en el interior del yacimiento San José cuando se produjo un escape de gas en el que él mismo sufrió un desmayo.

Henríquez, que salió a la superficie a las 17.59 hora local de este miércoles en el lugar número 24, orden establecido por los expertos en rescate, tiene dos hijas gemelas que lo definen como un hombre introvertido y cariñoso.

Es el vigésimo cuarto minero en salir.

El trabajador manifestó este sábado que, pese al accidente, volverá a trabajar en labores mineras porque es su profesión. "Tengo que buscar trabajo, tengo que seguir en lo mismo", apostilló.

"El minero que es minero echa de menos hasta la hediondez  del explosivo cuando está sin pega. Eso es algo innato que uno lleva. Mi padre fue minero por más de 40 años y nosotros seguimos con lo mismo. Yo creo que voy a tener que seguir en esto, no sé hasta cuando", precisó.

Henríquez afirmó que en el encierro de más de dos meses a 700 metros bajo tierra, los 33 de Atacama se organizaron para desarrollar diversas labores.

"Ahí nos organizamos, supieron que yo era cristiano y me tocó aportar y llevarlos en la oración a todos mis compañeros. Yo soy un simple hombre de trabajo y no me pega el nombre de guía espiritual", sostuvo.

Añadió que desea recuperar su vida normal. "A mi familia quiero llevarla a Talca (sur), porque soy de allá, quiero estar unos meses descansando y después volver", sostuvo.