Bruselas estudia crear un IVA europeo para que los Estados aporten menos al presupuesto de la UE
- La Comisión Europea propone varias opciones para generar más ingresos
- Pretende así reducir las aportaciones de los Estados al presupuesto europeo
- Quiere revisar los presupuestos cada 5 años, en lugar de cada 7
La Comisión Europea (CE) ha presentado este martes varias opciones para generar nuevas fuentes de ingresos al presupuesto de la Unión Europea (UE), entre las que estudia establecer un IVA europeo.
En su propuesta de revisión del actual marco financiero europeo, el Ejecutivo comunitario sugiere "abolir el recurso ligado al IVA" (parte de lo que recaudan los Estados por este impuesto se destina a la financiación de la UE) y sustituirlo progresivamente por uno o varios recursos impositivos nuevos.
Así, se enumeran "uno o varios nuevos recursos propios, como por ejemplo, una parte por ingresos de un impuesto sobre transacciones o actividades financieras, o sobre las ventas de cuotas de emisiones de gas de efecto invernadero; una tasa ligada al transporte aéreo; un IVA europeo separado; una parte de ingresos por una tasa energética, o un impuesto de sociedades".
Prioridad a las grandes inversiones en I+D+i
El objetivo de estos cambios es "reducir las contribuciones de los Estados" al presupuesto europeo, que representa aproximadamente el 1% del PIB de los Veintisiete, según ha precisado la Comisión en un comunicado.
En su documento, la CE se inclina, en el lado de los ingresos, por dotar a la Unión de verdaderos recursos propios, vía nuevos impuestos, y, en el lado de los gastos, por dar prioridad a las grandes inversiones en investigación, innovación y proyectos transfronterizos de infraestructuras, los cuales -sugiere- podrían financiarse con la emisión de "bonos europeos".
Este informe obedece a un encargo realizado por los gobernantes europeos en 2005, cuando cerraron a duras penas la negociación de las llamadas "perspectivas financieras" para el actual período (2007-2013).
El presupuesto europeo: "una mezca opaca y confusa"
Bruselas propone también que el presupuesto sea más flexible, con un cuadro financiero a 10 años que se revise de forma profunda a mitad de período. En la actualidad, las perspectivas financieras de la UE se diseñan cada siete años.
Desde el comienzo de los años 70, la UE ha recaudado sus recursos propios a través de políticas comunes como las tasas aduaneras, según recuerda Bruselas en su texto, cuyo objetivo es alimentar el debate sobre el futuro del presupuesto europeo.
Pero ahora el sistema ha evolucionado "para convertirse en una mezcla opaca y confusa de contribuciones de los presupuestos nacionales, de correcciones y de recortes", critica. Así, la CE cita que, en 1988, las contribuciones directas de los estados miembros al presupuesto de la UE representaban el 10%, mientras que ahora rondan el 70% de los ingresos.
"Esta situación no sólo contradice el espíritu de los Tratados de Roma y Lisboa, sino que fomenta debates dolorosos en torno al concepto de contribuyente neto y está en el origen de la compleja idea de la rebaja o devolución", advierte en un comunicado.
La PAC y el cheque británico
Las propuestas de la Comisión Europea forman parte de la actual negociación del próximo presupuesto de la UE (2014-2020), que se anuncia particularmente difícil, sobre todo, por lo que se refiere a la Política Agraria Común (PAC) que varios países -con Reino Unido a la cabeza- quieren reducir.
El Ejecutivo comunitario estima que esa política comunitaria "debe evolucionar", pero no se pronuncia sobre el nivel de gasto y se conforma con destacar que en 1988, la PAC suponía el 65% del total del presupuesto europeo, mientras que ahora no supera el 40%.
La Comisión se muestra crítica, sobre todo, con el denominado cheque británico -la reducción de la contribución de Reino Unido negociada en los años 80 por Margaret Thatcher y por la que recupera anualmente hasta el 66% de su contribución neta a la UE- y a los "recortes sobre recortes" negociados por otros países como Alemania.
Sobre el
cheque británico, Bruselas
no se arriesga a aventurar cómo modificarloy se limita a recordar las razones que lo justificaron en su época: la primera, que Reino Unido recibía una mínima parte de ayudas agrícolas porque su sector agropecuario es poco importante, y la segunda, que su contribución se consideraba demasiado elevada en proporción a la prosperidad del país en la década de los 80.
Eso sí, puntualiza que "la composición futura de los gastos y las reformas en el sistema de recursos propios determinarán si los mecanismos de corrección siguen estando justificados en el futuro".
Evitar controversias precipitadas
Deliberadamente, la Comisión no cuantifica ningún gasto, ni siquiera establece un orden de prioridades para las políticas comunes, a fin de evitar controversias precipitadas.
Por el contrario, Bruselas apuesta desde ahora por fomentar la competencia entre los Estados en su acceso a los fondos estructurales europeos, por extender el Fondo de Solidaridad Europeo a todo tipo de catástrofes -no sólo las naturales-, y por cumplir el compromiso de aumentar la ayuda al desarrollo hasta el 0,7% del PIB en 2015.
En su texto de propuestas, la Comisión Europea cree "eficaz" la política de cohesión, ya que subraya que es un instrumento al que los países están muy ligados y que ayudará a "mantener mejor las grandes prioridades comunes de toda Europa, en lugar de concentrarse solamente en la reducción de las disparidades entre regiones pobres y ricas".
Todas estas pistas, unidas a las críticas que dirige contra el reparto preestablecido de los gastos de la UE sobre bases geográficas, como ha ocurrido hasta ahora, o a la vigencia del principio del "justo retorno", anuncian debates acalorados entre los gobiernos europeos cuando llegue la verdadera negociación a mediados de 2011.