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Berlusconi y su coalición, la única derecha italiana

  • La política de inmigración del gobierno ha recibido duras críticas
  • El ayuntamiento de Roma ha desmantelado campamentos de gitanos
  • Berlusconi quiere sustentar su gobieron en la inmigración y la seguridad

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El líder del partido nacionalista Liga Norte, Umberto Bossi, ha sido la llave del gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi.
El líder del partido nacionalista Liga Norte, Umberto Bossi, ha sido la llave del gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi.

Lo que tradicionalmente ha sido la derecha más conservadora agrupada en Alianza Nacional se fundió hace algo más de dos años con el Pueblo de la Libertad. Ahora que el líder de aquella derecha ha salido del tiesto del primer ministro Silvio Berlusconi, sin embargo, lo ha hecho regando hacia el centro y no hacia la derecha.

Sí que hay partidos como Destra Italiana, pero de momento están reducidos a la mínima expresión. Prácticamente se puede decir que no hay derecha si no está en la coalición de Berlusconi.

Hace algo más de un mes, el ayuntamiento conservador de Roma inició el desmantelamiento de los campos de gitanos que hay en la periferia de la capital tras comprobar que el "efecto francés" se dejaba sentir en el aumento de moradores de esos asentamientos ilegales.

Entre tanto, el gobierno italiano desarrolla una política de inmigración fuertemente contestada desde sectores progresistas y también desde el exterior. Sin embargo, el paso de los meses ha sido agradecido con las medidas puestas en marcha por el ministro del Interior, Roberto Maroni en lo que respecta al desembarco de inmigrantes sin papeles.

Inmigración y seguridad, los pilares de Berlusconi

A fecha 1 de agosto, el desembarco de clandestinos había disminuido el 88% en relación a los ocho primeros meses del año anterior, pasando de 29.000 a 3.500. El responsable de Interior insiste en que siempre se moverá dentro de la normativa europea. Se cerró la ruta de los desembarcos gracias a la política de colaboración con Libia. Hay también otras iniciativas en proyecto como establecer una especie de carné de ciudadanía por puntos.

Sí que ha sido un fracaso, el intento de imponer un determinado porcentaje de alumnos extranjeros por aula. La ministra quería evitar la formación de guetos y propiciar la integración de los niños inmigrantes en la sociedad italiana. En algunas zonas ha sido completamente imposible ya que el número de familias inmigrantes es muy superior a la de autóctonas.

La seguridad y la inmigración componen dos de los cinco pilares sobre los que Berlusconi quiere sustentar su acción de gobierno en lo que queda de legislatura. Dentro de unos semanas habrá novedades al respecto, siempre que un adelanto electoral no tire por la ventana los papeles que 'Il Cavaliere' ha preparado en estas materias.