Sarkozy promete mano dura contra los violentos, mientras los sindicatos preparan nuevas movilizaciones
- La votación definitiva en el Senado se producirá hoy o el viernes
- Los sindicatos podrían convocar otra huelga general la semana que viene
- Hay 2.790 gasolineras son carburantes y 14 depósitos bloqueados
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La tramitación parlamentaria de la reforma de las pensiones en Francia afronta su recta final con la discusión de las últimas enmiendas en el Senado, que debe votar entre hoy y el viernes el texto definitivo, mientras persiste el enfrentamiento entre los sindicatos y el Gobierno de Nicolas Sarkozy, que ha prometido mano dura contra quienes causen indicentes violentos en las protestas.
El Senado francés tiene una dura tarea por delante para votar una por una las 250 enmiendas que se han presentado a la reforma de las pensiones propuesta por el Ejecutivo. El corresponsal de TVE en París, David Picazo, apunta que la votación final se producirá "esta tarde o mañana". En cualquier caso, antes del fin de semana los senadores franceses decidirán sobre la ampliación de la edad de jubilación mínima de 62 a 65 años y el retraso de 65 a 67 años del umbral para tener derecho a cobrar una pensión completa, los dos puntos claves del texto.
Un parlamentario de la cámara alta ha destacado que "la oposición socialista busca retrasar el texto con la presentación de cientos de enmiendas", pero añade que ya han completado su trabajo y la reforma de las pensiones saldrá adelante este viernes, según la agencia Reuters.
Nuevas protestas
Mientras, los sindicatos deciden esta tarde si continúan con las movilizaciones y convocan un nuevo paro general para la semana que viene. Si la huelga general se aprueba será la décima en lo que va de año.
Este jueves, en la sesión de control del Senado, el ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo, ha explicado que 2.790 gasolineras francesas siguen hoy sin carburante por las protestas contra la reforma de las pensiones, de un total de unas 12.500, aunque Borloo ha destacado que se han reducido respecto a las 3.181 de ayer.
También ha indicado que continúan bloqueados 14 de los 93 depósitos de combustible del país, después de las operaciones policiales decretadas por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para permitir la entrada de camiones que abastezcan las gasolineras.
Mejoría en los transportes
El titular de Ecología ha comentado que esperan una mejora en la distribución de carburante "especialmente en las autopistas este fin de semana" cuando se prevé un incremento de los viajes por las vacaciones escolares de otoño que comienzan el sábado. Borloo ha recordado que las 12 refinerías del país están paralizadas por las huelgas, algunas desde hace dos semanas, pero que a pesar de todo y gracias a las reservas estratégicas tienen "semanas y semanas de capacidades".
Asimismo, ha asegurado que va a mejorar la situación de los ferrocarriles, y que mañana confía en que circulen un 80%, frente al 75% programado hoy por la compañía SNCF.
Por su parte, Nicolas Sarkozy ha señalado en un acto con los vecinos de Bonneval, en el centro del país, que habrá mano dura con los violentos que han provocado incidentes en las manifestaciones y contra los que están bloqueando el transporte de carburantes.
"No serán los violentos quienes tengan la última palabra"
"Serán arrestados, encontrados y castigados, sin ninguna duda. En nuestra democracia hay muchas formas de expresarse, pero la violencia más cobarde, más gratuita, ésa no es aceptable", ha asegurado el presidente.
Visiblemente molesto con los enfrentamientos entre jóvenes violentos y las fuerzas del orden en el final de algunas de las manifestaciones contra su proyecto de retrasar la edad de jubilación, Sarkozy lo ha tildado de "escandaloso". "No serán los violentos quienes tengan la última palabra", les ha advertido
Según un balance provisional, 35 personas fueron arrestadas ayer por los incidentes con las fuerzas del orden y 85 la víspera. Desde la última huelga general del 12 de octubre más de 1.900 personas han sido detenidas acusadas de participar en actos de vandalismo callejero.