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El juez permite al ex etarra 'Txelis' salir de prisión varias horas al día para ir a formarse

  • El juez ha dado el visto bueno a la petición de Instituciones Penitenciarias
  • 'Txelis' fue expulsado de la banda en 1998 y ha condenado la violencia
  • Ha pedido perdón y quiere pagar la responsabilidad civil de sus atentados

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El juez de vigilancia penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, ha aprobado la propuesta de Instituciones Penitenciarias de que el ex dirigente etarra José Luis Álvarez Santacristina "Txelis" pueda salir de la cárcel de Nanclares de Oca (Álava) varias horas al día, de lunes a viernes, para hacer un curso de formación.

El magistrado ha adoptado esta decisión al considerar que su desvinculación de la organización terrorista es "total y manifiesta",  de forma que "no acata ninguna de las directrices" de la banda terrorista e incluso las critica "cuando tiene ocasión".

En un auto a instancias de la Fiscalía, el juez ha respaldado la petición de la Junta de Tratamiento de la prisión alavesa, que consideró que "Txelis", expulsado de la banda en 1998, cumplía todos los requisitos legales para poder acogerse a esta medida.

"Txelis", que se encuentra en segundo grado penitenciario, ha cumplido la mitad de su condena de acuerdo con el antiguo Código Penal, ha condenado la violencia terrorista, se ha comprometido a pagar la responsabilidad civil derivada de sus acciones y ha pedido perdón a las víctimas.

Una persona distinta

Asimismo, el magistrado entiende que la aplicación de esta medida facilita el alejamiento de "Txelis" de ETA y responde a sus esfuerzos por dejar la banda.

La autorización "permite dar una respuesta proporcionada y constante a los esfuerzos de los internos por separase del entorno de una organización criminal", recoge el auto.

Para el juez, el ex dirigente de ETA "es una persona distinta a la que entró en prisión para cumplimiento de condena, mostrando un rechazo absoluto a la violencia y unas convicciones personales y morales firmes y sólidas al respecto".

Así, Castro detalla que el preso manifestó, después del asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997, que la "lucha armada de ETA está conociendo como nunca el desprestigio político y social, y añade que "tras un proceso de conversión religiosa sorprendió" a la dirección de la banda con un documento en el que pedía el abandono de las armas.

El magistrado se refiere también al comportamiento del preso en la cárcel y asegura que a veces, a raíz de algún atentado, se ha dirigido a los funcionarios "manifestándoles su pesar y disculpándose".

Sólo saldrá para el curso

La medida que se le aplicará consiste en salidas diarias al exterior para asistir a un curso formativo, no disfrutará de permisos los fines de semana, se llevarán a cabo entrevistas de seguimiento y se le exigirá la presentación periódica de la documentación que acredite la realización de las actividades formativas.

La concesión de este régimen de flexibilización, según el juez, permite "un mejor y mayor control" del interno, que lo aproxima más a un segundo grado penitenciario que a un tercero, además de que se podrá constatar en el tiempo su evolución, de la que dependerá  que se modifiquen nuevamente".

Expulsado de ETA

"Txelis", de 57 años, dirigió la banda en su etapa más sangrienta. Fue expulsado, junto con Kepa Pikabea en 1998, por no someterse a las directrices y tras publicar una carta a favor del abandono de las armas, en la que pedía además una tregua.

En 2007 fue apartado también del colectivo de presos de la banda.

"Txelis" fue uno de los primeros miembros de ETA en condenar la violencia terrorista, postura en la que se ha ratificado después en numerosas ocasiones.

Una de ellas se produjo el 27 de septiembre de 2001, cuando mientras estaba siendo juzgado en la Audiencia Nacional dijo al tribunal: "No soy miembro de ETA, no quiero ser miembro de ETA, guste o no".

En febrero de 2008, "Txelis" y Kepa Pikabea dirigieron una carta al resto de presos de la organización terrorista. En la misiva, ambos presos se desvinculaban del colectivo de presos de ETA e informaban de que seguirían "su propio camino", porque creían que "ninguna estrategia armada" podía servir para ofrecer "una salida sensata al conflicto político que vive Euskal Herria".

Como dirigente de ETA, "Txelis" ha sido condenado, entre otras causas, como inductor del asesinato en 1992 del catedrático Manuel Broseta y por ordenar a la banda exigir y cobrar el denominado "impuesto revolucionario" con el que la organización terrorista extorsiona a los empresarios.