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Berlusconi ofrece a los italianos 14 millones de euros a cambio del nuevo vertedero

  • Protección Civil Italia se encargará de gestionar el vertedero y no la empresa
  • Está previsto poner en funcionamiento otros tres más

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El dinero pretende tapar la pestilencia de la basura. El gobierno italiano destina 14 millones de euros   para obras de compensación   por la apertura del vertedero más grande de Europa en las faldas del Vesubio, tal y como confirma Silvio Berlusconi

En diez días   se espera que haya vuelto la normalidad, según ha dicho el primer ministro. Para ello se retirará la gestión a la empresa que dirige el vertedero y será Protección Civil Italia el organismo que se encargue del gran basurero que abrirá pese a las protestas vecinales. 

El problema sigue

Tendrá capacidad para 20 millones de toneladas   de basura.   El problema no está resuelto de manera definitiva, dice el Jefe del Protección civil. Ahora funcionan 5 vertederos y el plan es abrir otros 3 más. La incineradora de Acerra   funciona también a plena satisfacción pero es necesario abrir otras en la zona

En esta tensa situación, con el coraje propio de la mujer que siente cómo se quiere dañar lo suyo, las ya conocidas como madres volcánicas cortan las carreteras armadas de rosarios con los que rezan pidiendo al más allá una solución para el problema que tienen al lado de casa porque al gran basurero se llega a cinco minutos a pie de las casas.

La policía denuncia que los vecinos están siendo ayudados por grupos violentos que sólo persiguen el caos o los intereses de la camorra. Las madres se preguntan si les llaman a ellas camorristas.

Negociación con los vecinos

En cualquier caso, en las últimas semanas se vive la intifada de las basuras en las faldas del   Vesubio. Petardos, piedras, gases lacrimógenos, botes de humos, camiones quemados se mezclan en alocado cóctel nocturno.

En el transcurso de los incidentes se ha llegado a quemar una bandera italiana. Una de las personas que ha colaborado en ello, defiende que quieren la salud para luchar contra la ilegalidad y que no se siente italiano.

El gobierno ha prometido una mesa de negociación con los vecinos para   estudiar la situación, terminar con el mal olor y la continua circulación de camiones. En cualquier caso, el gobierno asegura que no hay ningún peligro para la salud en la zona.