Llegan a España los 3 primeros disidentes cubanos que no pertenecen al 'Grupo de los 75'
- Ya son 42 los acogidos por España
- Han viajado acompañados de 14 familiares
Los tres primeros presos políticos cubanos liberados que no pertenecen al grupo de los 75 disidentes condenados en 2003, Ciro Pérez Santana, Arturo Suárez Ramos y Rolando Jiménez Posada, han llegado a las 12.30 horas de este viernes a Madrid.
Pérez, Suárez y Jiménez, que han viajado a Madrid en un avión de Air Europa acompañados de catorce familiares, son los primeros excarcelados que no pertenecen al grupo de 52 que el régimen castrista se comprometió a sacar de prisión el pasado mes de julio.
Arturo Suárez lleva 23 años en prisión, lo que le convierte en el segundo preso que más tiempo lleva en Cuba encarcelado por motivos políticos.
Ciro Pérez ingresó en prisión en 1994, también por intento de salir del país, piratería y tenencia ilegal de armas, mientras que Rolando Jiménez fue condenado en 2003 bajo los cargos de desacato y revelación de secretos del Estado.
El futuro en España
Tanto ellos como sus familiares permanecerán alojados provisionalmente en el Welcome hasta que Cruz Roja (que se ocupará de su proceso de integración en este país, facilitándoles alojamiento, manutención, ayuda para la escolarización de los menores y asesoramiento laboral) les pueda derivar a uno de los centros de acogida que tiene repartidos por toda la geografía española.
Con su llegada, ascenderán a 42 los presos trasladados a España tras ser liberados desde julio pasado, fruto de las gestiones emprendidas por el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, con las autoridades cubanas y en las que ha participado el ex jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos.
El compromiso inicial del Gobierno cubano fue liberar a los presos que permanecían en las cárceles del "Grupo de los 75", pero posteriormente anunció su disposición a sacar de prisión a los presos políticos que no tuvieran delitos de sangre a sus espaldas.
De esos 75 disidentes, 13 permanecen en prisión porque rechazan ser expulsados de su país.